Una aseguradora se compromete, a través de un acuerdo extrajudicial, a pagar de por vida la prótesis de brazo de una joven víctima de accidente. Lo llamativo del caso es que es la primera que se llega a este tipo de acuerdos sin necesidad de juicio. La compañía le ha reconocido este derecho vitalicio y así se compromete al pago de las prótesis que la joven vaya necesitando a lo largo de su vida para poder adaptarse lo mejor posible a su situación.

La prótesis que lleva en la actualidad cuesta unos 20.000 euros. El despacho de abogados de Daniel Vosseler, encargado de a negociación, explica que "la diferencia –en este caso- es que antes las aseguradoras pagaban una cantidad de golpe por las prótesis futuras y ahora es un derecho vitalicio y se hará cargo de su coste durante la vida del accidentado".