Las exigencias que impondrá Bruselas a la banca española que se acoja al rescate financiero supone que deban dedicarse al negocio de banca minorista, pero no implican la prohibición de que puedan seguir vendiendo seguros y planes de pensiones, como informaba ayer El Confidencial. Éste señalaba que las entidades nacionalizadas que reciban dinero europeo para sus planes de reestructuración sólo podrían dedicarse al negocio básico de banca minorista y, por tanto, se verían afectados sus negocios de seguros, planes de pensiones, banca privada, banca mayorista, gestión de fondos, mercados de capitales, medios de pago, etc., además de desprenderse de participaciones industriales.

Según fuentes de Bankia, dedicarse sólo a banca minorista no implica no vender seguros, fondos de pensiones, etc., y de hecho "no se pone en duda que se sigan vendiendo esos productos". Otra cuestión son los negocios no estratégicos, como pueden ser determinadas unidades o negocios internacionales o participaciones industriales pero, en cualquier caso, "no hay nada totalmente cerrado ni definido".

Recientemente se presentó el denominado Informe Liikanen, elaborado por un grupo de expertos creado por la Comisión Europea en el que se recomendaba la conveniencia de separar el negocio bancario minorista de las actividades de inversión con riesgo más elevado. Pero se trata de recomendaciones, no vinculantes, que en cualquier caso no se considera que algunas de ellas se adopten a corto plazo.