El BCE cambia el paso y anuncia una subida de tipos de interés del 0,25% desde julio

Llevaba tiempo rondando el anuncio y ayer el BCE confirmó que en su reunión de política monetaria de julio acordará una subida de los tipos de interés oficiales del 0,25%. Los cambios no se quedan ahí y ya avanza que espera volver a subir los tipos de interés oficiales del BCE en septiembre.

Eso sí, advierte de que "la calibración de este incremento de los tipos de interés dependerá de la actualización de las perspectivas de inflación a medio plazo. Si las perspectivas de inflación a medio plazo persisten o empeoran, un incremento mayor será apropiado en la reunión de septiembre".

La decisión unánime del Consejo de Gobierno del BCE vino de la mano de la revisión al alza de las previsiones de inflación en la zona euro, al tiempo que marca una rebaja importante de las previsiones de crecimiento. Para la autoridad, la elevada inflación es un "reto muy importante" y por ello anuncia que se asegurará de que vuelva a situarse en su objetivo del 2% a medio plazo.

Y, más allá, la escalada de tipos parece que no va a frenarse: "Después de septiembre, sobre la base de su evaluación actual, el Consejo de Gobierno anticipa que una senda gradual, pero sostenida, de nuevas subidas de los tipos de interés será apropiada. En línea con el compromiso del Consejo de Gobierno con su objetivo de inflación del 2 % a medio plazo, el ritmo al que el Consejo de Gobierno ajuste su política dependerá de los nuevos datos y de su valoración de la evolución de la inflación a medio plazo.

Por otro lado, el BCE alerta sobre las operaciones de financiación y advierte que seguirá vigilando las condiciones de las entidades de crédito.

En todo caso, señala que la pandemia "ha mostrado que, en condiciones de estrés, la flexibilidad en el diseño y en la realización de las compras de activos ha contribuido a contrarrestar las dificultades en la transmisión de la política monetaria y ha hecho que los esfuerzos del Consejo de Gobierno para lograr su objetivo sean más eficaces. En el marco del mandato del BCE, en condiciones de estrés, la flexibilidad seguirá siendo un elemento de la política monetaria cuando las amenazas para su transmisión pongan en peligro el logro de la estabilidad de precios".

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