El Big Data favorecerá la aparición de nuevas aseguradoras

El Big Data implicará una nueva revolución en el sector asegurador. La revista Aseguranza ha hablado con dos expertos en la materia, los profesores Juan Manuel López Zafra (profesor de herramientas de análisis de datos y codirector del máster de Data Science en Finanzas de Cunef) y José Antonio Álvarez Jareño (profesor e investigador en la Universidad de Valencia) para desentrañar los misterios del análisis de datos en el sector seguros, un sector al que la tecnología ha ‘pillado’ a contrapié y que necesita un fuerte impulso en los próximos años para no quedarse atrás.

Cambio de paradigma

Ambos profesores coinciden en que  la mayor aportación que hará el Big Data a las compañías aseguradoras “está en el cambio de paradigma” que induce. Actualmente todas las entidades determinan su actividad por áreas de negocio. Vemos una clara división en Vida y No Vida en primer lugar y dentro de No Vida en segmentos muy concretos. En un futuro no muy lejano “la cuenta de resultados dejará de ser por áreas y pasará a ser por cliente”. Gracias a las técnicas de gestión de la información de que disponemos actualmente, sumado a la ‘huella digital’ que dejan de los clientes, el conocimiento que las aseguradoras tendrán de ellos será cada vez más extenso, de tal manera que podrán segmentarlos por nichos de riesgo y en consecuencia realizar una mejor adaptación de las primas a cada cliente. “En determinados segmentos el ajuste será a la baja, obviamente, pero en otros será necesariamente al alza. De forma global, sin embargo, el efecto sobre la prima será de ajuste a la baja, desde el momento en que los recargos de seguridad serán mucho más pequeños. Por otro lado, la aparición de nuevos riesgos (por ejemplo, todos los asociados a la conectividad, conocidos como ciberriesgos) tendrá el efecto contrario”, señala López Zafra. Los especialistas en la materia creen que la aparición de lo que se denomina ‘pobreza aseguradora’ (nichos de clientes que no pueda acceder a ningún seguro) es poco probable. De hecho, surgirán compañías, igual que ha ocurrido en el sector financiero, especializadas en este tipo de clientes como ya existen en el sector reasegurador con los riesgos catastróficos. Con todo, llegar a la tarificación individual no parece que sea la línea de trabajo del futuro. Más bien parece que nos orientamos a trabajar con nichos de riesgos. “Cada conjunto de riegos debe tener la prima orientada a sus características. Los mismos riesgos deben tener las mismas primas”, afirma al profesor Álvarez Jareño.

En el número de octubre de Aseguranza encontrará el reportaje completo al que puede acceder suscribiéndose aquí.