La buena evolución del seguro, un inhibidor de la transformación tecnológica
A finales de 2016, el ROE del sector asegurador fue del 12,8%, el beneficio bruto del 9,7% y todo ello con un excedente de capital más que suficiente (según los datos de Eiopa el SCR de las aseguradoras españolas es del 240%). Estos datos los ha puesto sobre la mesa Marcial Fernández, director del Área de Organización, Sistemas y Entorno Web de ICEA, para dar cuenta de la buena evolución del seguro español: "Son buenas noticias, pero también tienen su inconveniente". Y ese inconveniente es que "hay mucha gente contenta con cómo se han desarrollado los negocios en los últimos 20 años y lo que les gustaría es mantener ese modelo todo lo que se pueda. Sin embargo, esto ya no depende solo de ellas, sino de todos los cambios. Este aspecto positivo, por tanto, es un inhibidor de cambios en el sector, genera cierta inercia".
La buena situación de ahora hace que las compañías no se atrevan a proponer cambios grandes pero, a juicio de este experto, es precisamente este favorable contexto el que ha de aprovecharse para abordar la transformación. Varias compañías coinciden con esta opinión. Agustín de la Cuerda, COO de Allianz, considera que "el cambio se hace desde el éxito, porque es menos traumático. Es cierto que hay que asumir riesgos, pero los mismos que en época de crisis, y en esas épocas es más difícil".
Marcial Fernández y Agustín de la Cuerda hablaban de los cambios provocados por la innovación tecnológica, una transformación que ICEA ha analizado en el estudio 'Tecnologías exponenciales: oportunidades, retos y realidades para el desarrollo del seguro', patrocinado por Indra. Luis Carrasco, director de Soluciones de esta empresa, explica que el sector asegurador ha aguantado bien los primeros años de la crisis, pero al final la crisis de la economía real ha tenido su impacto en todos los ramos, y la contracción económica se ha traducido en recortes de presupuesto. También ha alcanzado al sector la crisis financiera, que ha provocado cambios normativos, como la llegada de Solvencia II, a cuya implantación a su vez ha habido que dedicar parte del presupuesto". Ante esta situación el sector se ha encontrado con que ha tenido que reaccionar, y lo ha hecho más tarde que otros sectores.
La buena situación de ahora hace que las compañías no se atrevan a proponer cambios grandes pero, a juicio de este experto, es precisamente este favorable contexto el que ha de aprovecharse para abordar la transformación. Varias compañías coinciden con esta opinión. Agustín de la Cuerda, COO de Allianz, considera que "el cambio se hace desde el éxito, porque es menos traumático. Es cierto que hay que asumir riesgos, pero los mismos que en época de crisis, y en esas épocas es más difícil".
Marcial Fernández y Agustín de la Cuerda hablaban de los cambios provocados por la innovación tecnológica, una transformación que ICEA ha analizado en el estudio 'Tecnologías exponenciales: oportunidades, retos y realidades para el desarrollo del seguro', patrocinado por Indra. Luis Carrasco, director de Soluciones de esta empresa, explica que el sector asegurador ha aguantado bien los primeros años de la crisis, pero al final la crisis de la economía real ha tenido su impacto en todos los ramos, y la contracción económica se ha traducido en recortes de presupuesto. También ha alcanzado al sector la crisis financiera, que ha provocado cambios normativos, como la llegada de Solvencia II, a cuya implantación a su vez ha habido que dedicar parte del presupuesto". Ante esta situación el sector se ha encontrado con que ha tenido que reaccionar, y lo ha hecho más tarde que otros sectores.
Luis Carrasco (Indra): "El maquillaje digital
no es suficiente para transformarse"
Jorge Nicolau, subdirector general de Medios de VidaCaixa, Mariano Arnaiz, director de Sistemas y Organización de Cesce, Pablo Guerra, subdirector Corporativo, Tecnología y Procesos de Mapfre, y Agustín de la Cuerda, COO de Allianz, han coincidido en la necesidad de que la transformación digital sea trasversal y que implique a la Dirección General, para que no se convierta en un mero maquillaje digital.