Las catástrofes naturales dejan en 2020 casi 3.000 muertos y 68.000 millones de pérdidas

Además de la pandemia, la naturaleza ha seguido golpeando con fuerza en 2020. En el primer semestre, más de 2.900 personas han perdido la vida a causa de desastres naturales, según se extrae del último informe de Munich Re. El aspecto positivo es que se trata de una de las cifras más bajas de los últimos 10 años.

También, hasta junio, las catástrofes naturales han ocasionado unos daños globales que rondan los 68.000 millones de dólares, una cifra ligeramente inferior a la media de los últimos 30 años, que se sitúa en 74.000 millones una vez ajustada la inflación.

De este total, unos 27.000 millones de dólares son pérdidas aseguradas, más de lo habitual debido a que Norteamérica ha acaparado gran parte de los eventos catastróficos. En concreto, esta región aglutina el 47% de las pérdidas totales (27.000 millones) y el 82% de las aseguradas (20.000 millones).

En lo que va de año, Estados Unidos ha sufrido las catástrofes más costosas. Durante la semana santa, gran parte del país se vio azotado por decenas de tormentas eléctricas que provocaron granizadas del tamaño de pelotas de tenis y se registraron hasta 140 tornados en 10 Estados. A su paso dejaron multitud de casas y vehículos destrozados. En este periodo, se registró el tornado más fuerte de la historia de Mississippi se registró durante este brote. En total, estas graves tormentas y tornados dejaron un balance de 38 víctimas mortales y unos daños valorados en 3.400 millones de dólares, de los cuales 2.600 millones de dólares estaban asegurados.

Otro acontecimiento grave ocurrió el 14 de junio en la ciudad de Calgary, en la provincia canadiense de Alberta. Una tormenta de granizo con piedras de gran tamaño se estrelló al pasar sobre la ciudad. Incontables casas y automóviles quedaron gravemente dañados y muchas carreteras sufrieron inundaciones repentinas, quedando algunos vehículos casi completamente sumergidos. Las pérdidas totales ascendieron a unos 1.200 millones de dólares, de los cuales alrededor del 75% estaban aseguradas. Fue la mayor pérdida por una tormenta eléctrica en la historia de Canadá.

Fuerte impacto en Asia

La peor catástrofe natural se ha producido, de momento, en Asia. En mayo, el ciclón Amphan (de la categoría más alta y con vientos de hasta 260 km/h) causó pérdidas extremas en la India y Bangladesh. Murieron unas 135 personas y millones tuvieron que ser evacuadas con dificultad por la pandemia, teniendo que quedarse fuera de los refugios un gran número debido al distanciamiento social. Los daños totales superan los 11.500 millones y aún no se han calculado las pérdidas aseguradas.

En Europa, la tormenta de invierno Ciara ha sido el desastre natural más costoso. Con vientos de hasta 200 km/h, afectó a principios de febrero a Reino Unido, Holanda, Francia y Alemania. Miles de personas se quedaron sin electricidad y tuvieron que cancelarse vuelos y hasta partidos de fútbol. Ocasionó unos daños por encima de los 1.800 millones de dólares, de los que 1.200 millones de dólares estaban asegurados.

En Australia, los incendios forestales produjeron unas pérdidas sin precedentes. Muchos incendios se propagaron de forma descontrolada y ardieron durante mucho tiempo, cerca de centros turísticos y de la población. Los daños totales se han elevado a 2.000 millones de dólares, de los cuales el seguro se hará cargo de 1.600 millones.