Todo hacía presagiar que la crisis económica generada por la pandemia provocaría graves quiebras comerciales e insolvencias corporativas en toda la Eurozona. Sin embargo, los datos dicen que las insolvencias disminuyeron durante el año 2020 en las principales economías europeas.

Según Coface, la disminución de las insolvencias sugiere que éstas han sido reportadas, pero no evitadas, por lo que las considera "insolvencias ocultas". Quiere decir que existen empresas cuya quiebra es solo cuestión de tiempo.

Profundizando en España, Coface estima que las insolvencias ocultas rondan las 1.600, lo que significa un 34% por encima del nivel registrado en 2019. Y podría haber sido peor si no se hubiese apostado por los ERTE, que han demostrado su eficacia. Por ejemplo, en el sector del comercio minorista, Coface calcula que los ERTE limitaron la caída de los beneficios al -26% en el segundo trimestre, frente al -67% estimado. Sin embargo, esta medida no ha impedido un aumento meteórico de las insolvencias en el sector turístico, que han experimentado un incremento interanual del 90% en el segundo semestre de 2020.