Un banco ha sido condenado por cobrar cuotas de préstamos a los familiares de un fallecido a pesar de que contaba con un seguro de Vida vinculado. En noviembre de 2016 falleció en accidente de motocicleta un joven que tenía contratado tanto un préstamo hipotecario como un préstamo al consumo con el Banco de Castilla, posteriormente Banco Popular y hoy Banco Santander.

Al formalizar los préstamos el fallecido había contratado seguros de Vida que cubrirían al 100% el capital pendiente del préstamo hipotecario y el 50% del préstamo al consumo. Según la sentencia que recoge Noticias Jurídicas, los demandantes, padres y herederos del joven fallecido, acudieron a un despacho de abogados al parecerles ilógico que teniendo contratados seguros de Vida su hijo fallecido tanto por el préstamo hipotecario como por el préstamo personal ellos hubieran tenido que hacerse cargo durante varios meses de las cuotas de esos préstamos. Especialmente cuando los seguros habían sido ofrecidos por el propio banco que había concedido el préstamo y por tanto el banco tenía esa información.