El Consejo General de Colegios de Mediadores ha informado a esta redacción que no contestará a las acusaciones que la presidenta del Colegio de Mediadores de Madrid, Elena Jiménez de Andrade, formulaba esta semana en una circular interna a sus colegiados. El Consejo se limita a declarar que "no tiene nada que decir". En la citada circular, se detallaba la reacción del Consejo General en el Pleno del 5 de marzo, en la que admitió parcialmente, el recurso de la candidatura alternativa de Emilio Fernández-Galiano, y se afirma que “sin perjuicio de otras consideraciones de carácter jurídico, que puedan hacerse, la referencia que se hacen en el Informe de la Comisión permanente, en sentido de atribuir una infracción del ordenamiento jurídico a los candidatos que eran asimismo, miembros de la Junta de Gobierno, por no haberse abstenido, cuestiona de manera inadmisible su honorabilidad cuando dichas personas se limitaron a aplicar estrictamente lo dispuesto en las normas electorales aprobadas por el mismo Consejo General”.

Además, la misiva del Colegio madrileño añade que “de la misma manera, esta Junta Gobierno considera que el acuerdo del Pleno del Consejo se ha extralimitado en las decisiones adoptadas en su acuerdo, al haber resuelto sobre aspectos que no habían sido planteados ni impugnados por los recurrentes. Por último, esta Junta considera igualmente que el acuerdo del Consejo General, afirmando la subsanabilidad de la falta de requisitos de dos candidatos, supone una interpretación claramente contraria a lo dispuestos en los Estatutos Generales de la profesión y a las normas electorales aprobadas por dicho Consejo, y genera una absoluta inseguridad en la vida colegial, dejando abierta la puerta a que las normas colegiales puedan ser incumplidas sistemáticamente en la tranquilidad de que siempre podrá subsanarse dicho incumplimiento en un futuro, si resultara conveniente a los intereses particulares del infractor”.