La crisis del coronavirus puede disparar la siniestralidad en el transporte marítimo

Cada vez se producen menos siniestros marítimos de gran envergadura. En 2019, se contabilizaron un total de 41 incidentes en todo el mundo con grandes buques implicados (más de 100 toneladas brutas), un mínimo histórico. Esto significa una reducción de más de un 20% en comparación con el año 2018, cuando se notificaron 53, y de casi un 70% en una década. Así lo refleja el informe Safety & Shipping Review 2020, elaborado por Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS). 

Esta disminución de la gran siniestralidad es el resultado de esfuerzos sostenidos en las esferas de la reglamentación, la capacitación y el avance tecnológico, entre otros aspectos. SI bien, la crisis que ha provocado la pandemia puede echar todo al traste, poniendo en peligro las mejoras de seguridad a largo plazo e incrementando los desafíos por las difíciles condiciones operativas y la fuerte desaceleración económica.

"El coronavirus ha golpeado en un momento difícil para el sector marítimo, en la medida en que trata de reducir sus emisiones, hacer frente a problemas como el cambio climático, los riesgos políticos y la piratería, mientras debe lidiar con problemas habituales como los incendios en los buques", ha explicado Baptiste Ossena, director global del producto de Casco y RC Marítima de AGCS, que ha añadido: "El sector se enfrenta en estos momentos a la tarea de operar en un mundo muy diferente, con los inciertos efectos de la pandemia sobre la salud pública y la economía".

El coronavirus dispara los desafíos

Estos son algunos de los desafíos que podrían originarse a causa de la crisis del Covid-19 y poner patas arriba el sector naviero: incapacidad de cambiar las tripulaciones, lo que afecta al bienestar de los marineros y podría desencadenar en un aumento de los errores humanos a bordo de los buques; interrupción de las actividades esenciales de mantenimiento y servicio, incrementándose así el riesgo de daños en la maquinaria (una de las principales causas de las reclamaciones al seguro); reducción o retraso de los peritajes reglamentarios así como de las inspecciones portuarias, lo que podría dar lugar a que no se detectaran prácticas inseguras o equipos defectuosos; daños y demoras en los fletes a medida que las cadenas de suministro se vean sometidas a presión; incapacidad de responder rápidamente a las emergencias; y el creciente número de buques de crucero y petroleros en atraque en todo el mundo supone una importante exposición financiera, debido a la posible amenaza derivada de las condiciones meteorológicas extremas, la piratería o los riesgos políticos.

"Sabemos, por las crisis pasadas, que los presupuestos de tripulación y mantenimiento se encuentran entre las primeras áreas que pueden sufrir recortes y este hecho puede repercutir en la seguridad de las operaciones de los buques y la maquinaria, causando potencialmente daños o averías, lo que a su vez puede acabar en varadas o colisiones. Es crucial que las normas de seguridad y mantenimiento no se vean afectadas por ningún descenso en la actividad económica", ha precisado Rahul Khanna, director global de Consultoría de Riesgos Marinos de AGCS. 

Menos siniestros graves, pero más incidentes

Según el informe, la región marítima de China meridional, Indochina, Indonesia y Filipinas sigue siendo el lugar de mayor siniestralidad, con 12 grandes buques siniestrados en 2019. Los altos niveles de actividad comercial, unas rutas marítimas muy transitadas, la antigüedad de las flotas, la exposición a los tifones y los problemas de seguridad en algunas rutas de transbordadores nacionales son factores que contribuyen a ello. El golfo de México, con 4, y la costa de África occidental, con 3, también preocupan.  

Aunque los grandes siniestros disminuyen, el total de incidentes marítimos registrados no para de crecer cada año. En 2019, se notificaron 2.815, lo que significa un 5% más que en el año anterior. De todos ellos, 1.044 fueron por daños en la maquinaria. Este tipo de incidentes aumentaron en las aguas de las Islas Británicas, el mar del Norte, el canal de la Mancha y el golfo de Vizcaya. En todos estos puntos se produjeron 605 siniestros leves.

Lo que más preocupa son los incendios. En 2019, se registraron casi 200 en buques, lo que supone un aumento del 13%. La carga mal declarada es una causa importante. Las sustancias químicas y las baterías se envían cada vez más en contenedores y plantean un grave riesgo de incendio si se declaran o se almacenan erróneamente.