Con motivo de la llegada de la Navidad, DAS ha lanzado la campaña ‘Que no te la Jueguen’ para ayudar al consumidor a identificar juguetes seguros y para que sepa cómo actuar ante aquellos productos que no reúnen los mínimos requisitos. Entre los consejos, la aseguradora recomienda antes de comprar el juguete comprobar que en el embalaje conste la ‘Marca CE’ por la que el fabricante acredita que el artículo cumple las exigencias de seguridad de la UE; asegurarse de que en el embalaje o en el etiquetado figura el nombre, la marca del producto y la dirección en España del fabricante o importador; verificar las advertencias referentes a los peligros inherentes al juguete y los riesgos de daños que entrañen su uso; tener en cuenta la edad mínima y máxima de uso indicada en el producto y el hecho de que el juguete debe ir acompañado de las instrucciones y la información relativa a la seguridad, que estará redactada al menos en castellano; tener cuidado con los juguetes de menor tamaño o con aquellos que contengan partes pequeñas que pueden conllevar riesgos de asfixia; ser especialmente precavido con los artículos de funcionamiento eléctrico y los juguetes náuticos; tener en cuenta que los juguetes con cuerdas de un largo mayor a 30 centímetros representan un riesgo de estrangulamiento para bebés; evitar toda la joyería, especialmente la de metal, para niños pequeños, también los juguetes magnéticos o aquellos que contengan químicos tóxicos; y, por último, si el juguete no cumple con alguno de los requisitos o el consumidor detecta que puede conllevar riesgos no advertidos, puede denunciarlo en los correspondientes organismos de consumo de las comunidades autónomas.

“Desde el pasado agosto, un real decreto armoniza la normativa española con la legislación de la UE. El objetivo de este real decreto es limitar al máximo los riesgos a los que pueda estar expuesto el niño cuando utiliza cualquier tipo de juguete”, explica Gemma Ortega, abogada del Centro de Atención Jurídico de DAS. En cuanto al origen del juguete, China es habitualmente el mercado extranjero más denunciado: El 60% de los productos denunciados en 2009 procedían del gigante asiático. Algunos expertos recomiendan, de hecho, no adquirir juguetes fabricados fuera de la UE o de EEUU.