Allianz ha querido en el Día Mundial de la Población poner de relieve las consecuencias que puede tener vivir en una sociedad envejecida, especialmente para la jubilación de los ciudadanos. Según la última estimación de Naciones Unidas, el número de personas de más de 90 años se multiplicará por seis a mediados de este siglo. Se espera que en 2050 más de 71 millones de personas en todo el mundo tengan más de 90 años; y alrededor de 3,2 millones serán ya centenarias.

España no se queda atrás en este envejecimiento poblacional: en 2060 será el país de la Unión Europea con mayor porcentaje de personas de más de 80 años, según Eurostat. En concreto, la tasa de población con más de 65 años aumentará desde el 16,8% de 2010 hasta el 31,5% en 2060, mientras que el porcentaje de octogenarios se disparará en el mismo periodo del 4,9% al 14,2%. Es el dato más alto de la UE, por delante de Italia (14,1%) y Alemania (13,5%). Esto significa, según explica Allianz, que la tasa de dependencia se duplicará desde el 24,7% de 2010 hasta el 56,4% en 2060, es decir menos de dos personas en edad de trabajar por cada jubilado, frente a cuatro personas por jubilado en la actualidad, lo que supone una grave amenaza para el futuro de las pensiones.

En esta situación, añade la compañía, mantener un nivel de vida similar al anterior a la jubilación es difícil si solo se cuenta con la pensión pública. Los expertos recomiendan obtener en la jubilación una prestación equivalente al 80% del último salario percibido. Actualmente, y de forma previa a las reformas previstas, ya existe un diferencial entre la pensión pública y el último salario: “Por eso es relevante que los ciudadanos tomen conciencia de la importancia del desarrollo de la previsión social complementaria. Es vital motivar y concienciar de la necesidad real de ahorrar para mantener en el periodo de jubilación un nivel de vida similar o cercano al que se tenía en la vida laboral”.