Primas y siniestralidad más bajas, la evolución que traerá el coche autónomo al seguro

En el plazo de 5 a 10 años los vehículos serán totalmente autónomos por lo que se prevé que la siniestralidad baje radicalmente aunque los que se produzcan serán más graves. También bajarán las primas de los seguros. Para anticiparse a este nuevo paradigma, DXC Technology está adaptando su core tecnológico de seguros al coche autónomo. 

Según las previsiones de DXC Technology, habrá tres fases en las que las aseguradoras deberán adaptarse a la nueva realidad de los vehículos autónomos. En la primera, el seguro variará para poder activar ciertas coberturas en modo autónomo. Nuevas coberturas, o diferentes, según se conduzca o no en modo autónomo, donde el usuario tendrá capacidad para activar y desactivas esas coberturas.

En la fase dos, los vehículos autónomos serán mayoritarios, con un desplazamiento del riesgo asegurado de la persona al vehículo y con un cambio total en las coberturas.

En la tercera fase, se podría prohibir la conducción manual, como hoy ocurre en determinadas maniobras en aviación y el ferrocarril. En ella, la mayoría de las coberturas estarán relacionadas con el vehículo y habrá otras excepcionales para cuando haya intervención humana.

Acuerdos entre fabricantes y aseguradoras

En el nuevo paradigma del coche autónomo será el vehículo, el fabricante y sus proveedores de software los que tendrán que asumir la Responsabilidad Civil del "producto", lo que muy probablemente llevará a acuerdos entre fabricantes y aseguradoras. Sin embargo, el usuario del vehículo podrá tener también responsabilidades directas si el accidente se produce mientras conduce el coche en "modo manual" o por no haber actualizado el software u otro tipo de negligencia.

"A pesar de que algunos fabricantes como Tesla han anunciado que serán el asegurador de sus vehículos, todo indica -señala Daniel Rodríguez Buesa, responsable del Área de Seguros de DXC Technology Iberia- que fabricantes y aseguradoras están abocados a colaborar, compartiendo riesgos, tarifas y primas".

Riesgo de hackeo

Los hackeos de los vehículos o fallos en sistemas como el posicionamiento satelital crean otras casuísticas que obligarán a cambiar las coberturas que hoy conocemos.

Por otra parte, la actividad de las aseguradoras podría verse mermada por una reducción del parque de vehículos si progresan diferentes iniciativas de movilidad colaborativa. "Por ejemplo, algunas empresas podrían utilizarlos para recoger a los empleados", indica Daniel Rodríguez. "Es evidente que no sólo cambia el seguro, también el uso y muchos fabricantes querrán asegurar sus vehículos, si bien, lo más razonable será que fabricantes y aseguradores lleguen a acuerdos y colaboren".

Quien será el dueño de los datos

El vehículo autónomo generara cantidades ingentes de datos, que se podrán procesar en tiempo real, pero difíciles de almacenar. Una información que resulta clave para la aseguradora a la hora de gestionar sus primas a partir de un histórico de cada asegurado.

Habrá que buscar soluciones, agregando datos o no, y explotándolos. También deberemos saber si el fabricante da acceso a estos datos y qué va a hacer con ellos la aseguradora. En todo caso, fabricantes y aseguradoras tendrán que cambiar la forma de pensar. De alguna manera, el vehículo autónomo es como un móvil, un dispositivo que continuamente recaba y genera datos y, cómo con el móvil, habrá que ver donde está la frontera entre los que es nuestro o no".

"En el nuevo modelo los perjudicados serán aquellos que no se adapten. Lo normal es que las aseguradoras se acerquen a los fabricantes para la gestión del riesgo, tanto del propio producto, como en caso de siniestro. Habrá fórmulas como el seguro mixto, el reaseguro, y quedarán atrás quienes no sepan ver este cambio", concluye Daniel Rodríguez.