Pablo Montoliu, CIIO de Aon España, ha participado en la jornada 'Ciberseguridad: riesgos y amenazas en el entorno empresarial', organizada por la correduría junto al Club de Exportadores e Inversores y ESADE Business & Law School. Montoliu ha explicado que las empresas presentan una mayor exposición cibernética debido a la convergencia de tres tendencias: la creciente dependencia de la tecnología por parte de las organizaciones, la mayor concentración de los reguladores en la protección de los datos de los consumidores y el valor en aumento de los activos no físicos.

Ha apuntado que el cibercrimen produce un quebranto económico cercano a los 500.000 millones de dólares al año, lo que equivale aproximadamente al 1% del PIB mundial. Y ha insistido en la mayor vulnerabilidad de las pymes que, con mucha frecuencia, son la puerta de entrada de los ciberataques. Montoliu ha recomendado a las empresas identificar los activos tecnológicos críticos dentro de sus estructuras, introducir medidas de mejora y transferirlo al mercado asegurador. En este sentido, ha señalado que sólo están asegurados el 15% de los activos informacionales de las empresas, frente a un 59% de los activos físicos. Si bien, cree que irá en aumento en los próximos años. De hecho, se calcula que en 2020 el negocio del ciberseguro ascenderá a 10.000 millones de dólares, frente los 5.000 que representa en la actualidad.