España retrocede en salud y bienestar

Los españoles han sufrido en el último año un retroceso generalizado en su salud y bienestar. Así lo reflejan los datos relativos a España en el último estudio internacional 'Cigna 360° Wellbeing Survey', impulsado por Cigna, y que muestra que, a excepción del entorno laboral, el resto de las categorías valoradas en el informe -salud física, situación familiar, capacidad financiera y contexto social- caen en 2018.

El bienestar social es uno de los puntos más afectados. Los españoles afirman que el tiempo que destinan a sus amistades y aficiones es escaso. En concreto, esta percepción desciende nueve puntos, al pasar de un 65,6 sobre 100 en 2017 a un 56,7 sobre 100 en 2018. Otros tres aspectos que también han empeorado son los relativos a la salud física, la situación familiar y la capacidad financiera. Únicamente mejora el bienestar en el entorno laboral, que aumenta 1,4 puntos, alcanzando una nota de 66 puntos, gracias, especialmente, a la satisfacción personal, mucho más valorada en España que la cuestión salarial.

En este sentido, no disponer de tiempo suficiente para hacerse cargo de la salud de los padres o la capacidad de hacer frente a las necesidades financieras de los hijos son los dos principales problemas que marcan la caída del índice de satisfacción del contexto familiar. En el caso de la salud física, la calidad de sueño es la que marca la diferencia. Respecto a la situación financiera, aunque con un leve descenso, el informe realizado por Cigna incide en que todas las dimensiones analizadas se mantienen más o menos estables, exceptuando la posibilidad de hacer frente a gastos económicos si, por algún motivo, no fuese posible continuar en activo. Finalmente, y pese a la mejora del bienestar laboral, el salario sigue siendo el hándicap principal.