La necesidad de integrar la gestión del riesgo en toda la cadena de valor empresarial y de alinear esta disciplina con la estrategia corporativa fue uno de los ejes principales de la jornada inaugural del Seminario Ferma 2025, celebrado en Zúrich (Suiza).

En su discurso de apertura, Charlotte Hedemark, presidenta de la Federación, destacó que el papel del gestor de riesgos "evoluciona en un mundo cada vez más complejo, interconectado e impredecible". "El lema de este año, 'Más allá de la cadena de valor', refleja cómo nuestras responsabilidades ya no terminan en los límites de nuestras organizaciones", afirmó Hedemark. "Hoy se nos pide comprender e influir en los riesgos que afectan a ecosistemas completos: desde proveedores e inversores hasta reguladores y la sociedad en su conjunto".

La ponencia principal corrió a cargo de Fiona Watson, vicepresidenta de Rendimiento Corporativo y Responsabilidad del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD), quien alertó sobre el impacto creciente de los riesgos climáticos físicos en las cadenas de suministro globales. "La realidad, y no la regulación, es la que está marcando la agenda", subrayó Watson. "Los riesgos climáticos físicos ya están interrumpiendo las cadenas de valor mundiales, reduciendo la rentabilidad y generando inestabilidad financiera sistémica. Con un coste potencial de hasta 1,2 billones de dólares anuales para las empresas en 2050, los efectos del cambio climático están entrando de lleno en la estrategia corporativa. Las compañías deben integrar estas realidades medioambientales en su toma de decisiones si quieren seguir siendo resilientes y relevantes".

Watson destacó asimismo el papel crucial de los gestores de riesgos en la creación de valor a largo plazo: "Los gestores de riesgos tienen una función esencial a la hora de movilizar la alineación de los equipos directivos en torno al riesgo físico y la resiliencia. Para ellos, la resiliencia no debe verse como un mecanismo de control, sino como una capacidad estratégica que sostiene la creación de valor a largo plazo. Si la presentan como un motor de valor empresarial, podrán consolidarse como arquitectos de la resiliencia y de la ventaja competitiva".

La jornada inaugural incluyó también un debate sobre las competencias clave del gestor de riesgos del futuro, su papel como facilitador del éxito empresarial y la necesidad de adoptar un enfoque integral de gestión del riesgo que supere el marco del mero cumplimiento normativo.

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