La franquicia, amenazada de muerte

El sector de la franquicia está amenazado de muerte y algunas cadenas pueden verse abocadas a cerrar. Así lo afirma en un interesante artículo publicado en Cinco Días el presidente del Comité de Expertos de la Asociación Española de Franquiciadores y socio de Jausas, Jordi Ruiz de Villa.

Lo explica principalmente por el hecho de que cuando un proyecto de ley como el de Contratos de Distribución atiende las necesidades de un sector concreto (concesión de automóviles), por un compromiso político y trata de regular algo tan complejo como la distribución de productos y servicios, "es inevitable cometer graves errores que pueden erosionar nuestra ya suficientemente denostada economía productiva. Y en esta situación puede acabar encontrándose el sector de la franquicia".

Recuerda que la distribución organizada en régimen de franquicia posibilita que un pequeño empresario pueda competir con las grandes superficies, junto al hecho de acercar el comercio y los servicios al consumidor y ventajas competitivas por la agrupación de empresarios. "Este sistema favorece además la creación de pequeñas empresas de autoempleo, dando salida a muchos parados que unen sus indemnizaciones para abrir pequeños negocios si necesidad de financiación bancaria y con menor riesgo. Además, de un tiempo a esta parte y merced a una fuerte expansión internacional en más de cien países, la franquicia constituye una fuente de entrada de divisas", expresa. Hace referencia a los datos de la Confederación Española de Comercio sobre 40.000 cierres en 2009 (7% del total); ese mismo año, añade, la franquicia lograba mantenerse con 57.139 establecimientos, 24.700 millones de euros de facturación y 235.000 empleados, disminuyendo tan solo un 2%. Pero subraya que "estos beneficios podrían verse seriamente comprometidos si se aprobara el actual texto del citado anteproyecto".

Justifica su crítica también que "si se consolida el texto actual, entre otros dislates, todas aquellas franquicias que necesiten proteger su know how con una cláusula de no competencia poscontractual deberán pagar una indemnización por clientela (al parecer irrenunciable, según el expositivo II del proyecto). De este modo, resulta que si no se evita la competencia poscontractual al término del contrato, el franquiciado podría seguir desarrollando el mismo negocio (con otra marca) sin pagar royalties". Por ello se plantea cuestiones como si se controla en ese caso que el exfranquiciado no siga usando el know how o qué interés tendrá para nuevos franquiciados afiliarse a una red si el know how lo pueden usar otras empresas sin pagar nada a cambio. También alude al supuesto de denuncia del contrato sin justa causa el franquiciador deberá indemnizar por las inversiones no amortizadas del franquiciado y recuerda que no hay duda de que los royalties de franquicia (que es un mercado muy maduro) no están diseñados para soportar estas indemnizaciones y que actualmente los márgenes de la cadena de valor son cada vez más estrechos.

Por último, concluye afirmando que "no resulta difícil augurar cuál será la consecuencia inmediata de esta futura ley no solicitada e innecesaria en el actual contexto: los franquiciadores deberán aumentar los royalties para provisionar las indemnizaciones y no se podrá repercutir esta subida en los precios, por lo que muchas cadenas dejarán de ser competitivas y deberán cerrar".

Sobre este tema, hay que recordar el desarrollo en los últimos años de varias cadenas de franquicias de seguros, sustentadas por corredurías.