Fundación Mapfre aconseja "reconsiderar" el uso del manos libres durante la conducción

Hablar por el teléfono móvil con el sistema de manos libres y mandar mensajes por WhatsApp mientras se conduce multiplica por dos la probabilidad de cometer errores graves en la conducción, como sufrir una salida de la vía, colisionar con un vehículo o atropellar a un peatón. También distrae de forma importante, ya que atender, por ejemplo, una "llamada relajada", disminuye la atención un 36%, un porcentaje que sube al 40% cuando la conversación es "estresante", y al 53%, cuando el conductor está ocupado leyendo y respondiendo mensajes de WhatsApp. Estas son las principales conclusiones del informe 'Teléfono Móvil, Cansancio, Somnolencia y Distracciones al Volante', que acaba de presentar Fundación Mapfre.

A la vista de estas conclusiones, Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación, ha señalado que "las conversaciones por teléfono sólo deben producirse con el vehículo parado y en una zona segura. Este es el único mensaje seguro en la conducción. El sistema manos libres no es garantía de seguridad al volante". Y ha añadido que si bien en 2003 se permitió el sistema manos libres, "una decisión adecuada con la información con la que entonces se disponía, hoy deberíamos reconsiderarlo", especialmente, ha señalado, a raíz de los datos actuales, que demuestran cómo la atención se reduce a la mitad debido al uso del móvil con sistema manos libres.

En este sentido, también se ha referido a la nueva ley de Tráfico, "pendiente de trámite parlamentario y que previsiblemente entrará en vigor a lo largo de 2021", y ha advertido de la necesidad de "redoblar los esfuerzos" para concienciar de los riesgos de utilizar el teléfono móvil con el dispositivo de manos libres, ya que "un cerebro distraído puede funcionar bien en modo «automático», cuando la demanda de atención es normal, pero no identificar a tiempo riesgos potenciales ni reaccionar adecuadamente en una situación compleja que requiera el 100% de nuestra atención".

El cansancio, gran impacto en la conducción

El informe también analiza las consecuencias del cansancio en la conducción. Conducir cansado y somnoliento también implica un esfuerzo mayor para el cerebro que hacerlo descansado y tiene un enorme impacto en la conducción. Así lo demuestra el análisis de la actividad neurofisiológica entre los conductores cansados y somnolientos y los que estaban descansados y despejados.

La conclusión más relevante del análisis es que ponerse al volante con cansancio y falta de sueño reduce en más de la mitad (52%) el nivel de atención sobre la conducción. Ofrece, además, un hallazgo inesperado, que ha permitido demostrar que los mismos conductores que iniciaron la prueba con una atención del 50% (debido al cansancio), incrementaron su atención cuando respondieron una llamada relajada y otra estresante de tres minutos de duración, algo que los expertos denominan "efecto despertar", lo que tuvo como consecuencia que los conductores se espabilaran y se mostraran más centrados al menos durante ese breve periodo de tiempo. Más allá de los tres primeros minutos, sin embargo, el efecto de la llamada puede ser peligroso, según advierten los autores del estudio.

También ha permitido demostrar que, al contrario de lo que sucede durante las llamadas, al menos durante los tres minutos iniciales, la conversación por WhatsApp sobrepasa las capacidades de los conductores cansados y somnolientos desde el primer segundo, y su atención sobre la conducción se desploma, cayendo un 67%.

 

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