Fundación Mapfre: La crisis obliga a los españoles a reducir su consumo energético

Los españoles adoptan más medidas para reducir su consumo energético, pero la motivación de fondo es que la crisis económica obliga a modificar los hábitos de consumo. Hasta 8 de cada 10 personas ahorran energía pero para obtener a su vez un ahorro económico. Ese comportamiento supera ampliamente a la importancia que conceden a disminuir la contaminación (13,8%). Fundación Mapfre ha presentado los resultados del estudio ‘La respuesta de la sociedad española ante el cambio climático’, basado en 1.300 entrevistas personales, de nuevo enfocado a identificar cambios en los hábitos. Para 9 de cada 10 españoles el cambio climático es consecuencia del factor humano. Pese a que existe una amplia percepción de que es una realidad, sólo el 3% de la población lo menciona como un gran problema.

El nivel de desinformación ha aumentado entre los españoles (casi 8 de cada 10). Aunque afirman que ahora notan más las
consecuencias del cambio climático, a través de percepciones físicas. Sobre la relación del cambio climático y la salud, es muy probable que afecte y para la mayoría la principal acepción son los cánceres relacionados con la piel. En cambio, la expansión de enfermedades tropicales es muy poco percibida.

El cambio climático ha desaparecido de la agenda social y política y también influye en la menor percepción, pero “la crisis económica es un agujero negro que disminuye la percepción de cualquier amenaza. Se establece una
distancia psicológica del problema, se cree que va a afectar a otras sociedades, que es lejano en el plano de afectación personal”, valora Pablo Ángel Meira, director del informe y profesor de la Universidad de Santiago de Compostela.

Mejoran los
hábitos de ahorro energético, como apagar la luz y los aparatos eléctricos o utilizar bolsas de plástico propias. Se prefieren los productos locales, pero disminuye el uso de los productos ecológicos porque se percibe que son más caros. Y un 11% de encuestados reconocer usar la bicicleta como medio de transporte. Más del 50% apoya medidas como ofrecer más información al consumidor, pero otras que tienen costes más elevados pierden apoyo, como la concesión de subvenciones públicas, las subidas de impuestos a los vehículos contaminantes o la construcción de plantas de energía nuclear.

Sólo el 4% de la población piensa que no habría que hacer nada contra el cambio climático, lo que implica que “
el negacionismo es residual”, considera Meira. Cree que “la sociedad española está en ‘stand by’, estamos esperando a que alguien apriete la tecla del mando a ver qué pasa”.

Antonio Guzmán, director general del Instituto de Prevención, Salud y Medio Ambiente de Fundación Mapfre, subraya que “no hay ningún otro estudio de esta dimensión a nivel nacional y que haya perdurado en el tiempo”, tratando de conocer la tendencia general. En comparación con las ediciones anteriores del trabajo, se observan cambios como la menor utilización del coche en trayectos cortos, que ahora se hacen pie; en cambio, su uso sube en vacaciones. Hay otras hábitos que ya se han “y será difícil volver atrás”, como la utilización de bombillas de bajo consumo.