Con la gamificación el cliente es protagonista de la gestión y mitigación del riesgo

Fundación Mapfre ha celebrado el webinar ‘Gamificación y behavioral risks en seguros’, promovido por Red Cumes, para examinar las oportunidades que actualmente ofrece la gamificación como nuevo modelo de gestión de comportamientos. Consiste en aplicar técnicas y elementos que habitualmente se utilizan en los juegos en distintos ámbitos, como la empresa y la educación. Para Fernando Amigo-Quintana, profesor de la IE University, el objetivo de este método es “conseguir mayor motivación, participación y compromiso por parte de los usuarios para que actúen o se comporten de una determinada manera, pero siempre porque quieren y no porque deben”. Pero es necesario “definir los objetivos de negocio, conocer las motivaciones de los clientes, establecer la manera de captar su interés y proponerle el camino adecuado para progresar y mejorar”.

Dentro del ámbito asegurador, “el cliente se convierte en el protagonista de la gestión y mitigación del riesgo”, lo que se debe a este mecanismo “propicia cambios en los hábitos de vida de los clientes y beneficios para el asegurado, que obligan a la entidad aseguradora a ajustar el nivel de riesgo de forma continua”, expuso José Miguel Rodríguez-Pardo, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid. Explicó que la economía experimental y del comportamiento demuestra que “los asegurados no actúan habitualmente de forma fría y racional, sino que, por el contrario, sus patrones de compra y uso de seguros suelen estar sujetos a sesgos cognitivos, emociones y normas sociales, entre otros factores”. La prueba es que al elegir un producto otorgan mayor importancia a “situaciones poco probables con consecuencias muy negativas”, lo que permite entender determinados comportamientos, como por ejemplo, la contratación de la extensión de garantía en una póliza de Automóvil.

También apuntó que los mecanismos convencionales, utilizados en el sector asegurador y financiero para calcular las primas exclusivamente a partir de técnicas actuariales, pueden resultar insuficientes para gestionar al cliente. “Si se ignora el papel de los pesos de decisión en la toma de decisiones y se trabaja solo con un enfoque actuarial, se corre el riesgo de cometer errores importantes de comprensión y previsión del comportamiento del asegurado”, añadió.