El nuevo conseller de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz, declaró a Rac1 que sin el 25% de los catalanes que tienen un seguro médico privado la situación de la sanidad pública en Cataluña sería "dramática", y que existe un "grave problema económico" de financiación del sistema. 

El sistema sanitario público de Cataluña dedica una media de 1.200 euros por habitante y año para obtener unos resultados finales similares a los de comunidades autónomas que destinan unos 1.600 euros, y ello es posible por el "esfuerzo complementario" de los ciudadanos que tienen un seguro privado. Ruiz, uno de los consellers independientes de la Generalitat de Artur Mas, presidía hasta su nombramiento la patronal Unió Catalana d'Hospitals. Considera que la sanidad privada ha sido hasta la fecha un "elemento paliativo" que ha permitido "flotar" al sistema.