Agers dedicó el consejo consultivo a analizar la influencia del coronavirus. Entre sus conclusiones y dentro del apartado de riesgos y seguros señalaron que "no se alcanza a vislumbrar el impacto que resultará" de toda esta crisis que han catalogado como el mayor siniestro de la historia.

Indicaron que esperan una "alineación internacional del propio mercado de seguros y reaseguros", a la vez que solicitan un cambio en el tratamiento del riesgo por parte de las propias empresas en lo que respecta al uso de retenciones y optimización de coberturas, entre otros. Consideran también que "las primas volverán a incrementarse con condiciones de suscripción aún más exigentes para hacer que el negocio sea sostenible".

Los gerentes de riesgo trasladaron que la sostenibilidad debe ser la base de la colaboración mutua y apostaron por la utilidad del seguro como institución, al tiempo que afirmaron que "el último ciclo de renovaciones ha sido extremadamente duro". Un hecho que "puede no ser soportado por las empresas en estos momentos", puesto que algunas cuentan se esfuerzan por su supervivencia y la identificación de un coste fijo no útil será parte del éxito de la gestión y de la continuidad de negocio.