Las gestoras de Pensiones piden más flexibilidad en los Planes de Empleo

Sólo un 14% de la población activa tiene un Plan de Pensiones de Empleo (PPE) frente al 48% que cuenta con un Plan de Pensiones Individual (PPI). Este poco desarrollo de los PPE tiene una razón básica: El ‘café para todos’ no vale. Según ha explicado el director corporativo de Inversiones de Aviva, José Caturla, en el VI Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva organizado por la APD, Deloitte e Inverco, el hecho de que en estos Planes haya una política de inversión común para todos los miembros del Fondo es uno de los principales inconvenientes de este tipo de productos ideado para el ahorro de cara a la jubilación: “Si queremos que se desarrollen es necesario que se flexibilicen”. En el mismo aspecto ha insistido Rocío Eguiraun, presidenta de Caja Madrid Pensiones, que aboga porque todos los Fondos puedan tener Planes diferentes con volatilidades y perfiles de riesgo distintos.

Eguiraun también ha incidido en las dudas que genera el Proyecto de Orden Ministerial que establece la valoración a vencimiento de la deuda pública y que, a su juicio, va en contra de la tendencia general del mercado. Entre otras cosas, destaca la necesidad de fijar más claramente el tipo de activos que se pueden valorar a vencimiento; la forma en que se van a tener en cuenta otros factores, como el riesgo de mercado o de crédito; o el mecanismo para evitar el problema derivado del hecho de que no se pueden estimar todos los flujos de entradas y salidas de un PPE (con la consiguiente dificultad de machear estos flujos con los de la deuda a vencimiento) debido, por ejemplo, a que hay trabajadores que cambian de empresas y de PPE, o factores más coyunturales, como la proliferación de ERE o de suspensiones de aportaciones. Entre las ventajas que destaca de este método de valoración: se evita la volatilidad de la renta fija; puede ser un aliciente para la compra de deuda pública española y otros activos a largo plazo; y podría mejorar la rentabilidad de los PPE.

Más en general, José Caturla también ha pedido una mejor clasificación de los Fondos de Pensiones, similar a la que tienen los fondos de inversión, y considera que no tiene sentido que una buena inversión se tenga que cambiar por la presión del ranking a corto plazo, algo que asegura que está sucediendo en la actualidad. El director corporativo de Inversiones de Aviva cree que este año el sector crecerá en torno a un 3% tras 2 años consecutivos de descensos. Felipe Navarro, subdirector general de Participadas y Relaciones Institucionales de Mapfre, se ha mostrado convencido de que se va a acelerar la aplicación de la reforma del sistema de pensiones, y ha pedido una mejora fiscal para que se desarrollen los Planes y Fondos de Pensiones privados.

No obstante, Ernesto Sanz, director de Caser, cree que la legislación no es la causa directa del escaso desarrollo de estos productos. A su juicio, lo que está frenando su evolución es la escasa capacidad de ahorro financiero de las familias españolas y su propensión a invertir en inmuebles, lo que afecta sobre todo a los PPI; los elevados costes para las empresas de las aportaciones, que afectan a los PPE; y, sobre todo, la alta tasa de sustitución de las pensiones públicas en España (80%), que afecta a ambas modalidades, y que, a su juicio, nadie se va a atrever a reducir drásticamente, por lo que se muestra pesimista sobre la futura evolución de los Planes de Pensiones.

Frente a estos expertos que consideran que son factores externos los que fundamentalmente deberían impulsar este mercado, el consejero delegado de Fonditel, Fermín Álvarez, explicó en la misma mesa redonda, moderada por el director general de Inverco, Ángel Martínez Aldama, que la solución hay que buscarla desde dentro. Considera que en España se ha organizando el negocio dando más importancia a la distribución que a la gestión, cuando en lo que se debería insistir es en las diferencias entre las gestoras, en lo que cada una hace, más que en los volúmenes. También ha criticado el poco respeto que se tiene al cliente y el hecho de que se pongan productos diferentes en la misma cesta, como los PPI y los PPA. A su juicio, la clave es recuperar la profesión de gestionar.