Uno de los expertos del grupo de trabajo que trabaja en la aplicación de factores de sostenibilidad en las pensiones considera que a largo plazo deberían reducirse las prestaciones. En concreto, según publica Expansión, las prestaciones de jubilación deben descender una media de entre el 22% y el 45% para evitar la quiebra del sistema. En cualquier caso, el factor de sostenibilidad supondrá que las prestaciones se ajusten automáticamente al envejecimiento y a la evolución del mercado laboral. El periódico alude a un documento del Instituto de Estudios Fiscales (IEF) en el que se indica que “en el caso de aplicar factores de sostenibilidad, la reducción en la prestación es considerable”, y apunta que “la verdadera alternativa a la reforma gradual actualmente planteada es una reforma traumática y de urgencia en algún momento futuro”.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, criticó el informe del IEF. “No comparto en absoluto las conclusiones; en el Gobierno no estamos de acuerdo con este tipo de informes”, señala De Guindos, que exige “seriedad” a quienes lanzan este tipo de mensajes en busca de “titulares llamativos”. “Es muy fácil hacer titulares”, insiste.
Por otro lado, el jefe de Economías Desarrolladas del Servicio de Estudios del BBVA, Rafael Domenech, otro de los integrantes del grupo de expertos que elaborará un informe sobre el factor de sostenibilidad, afirma que el objetivo es "precisamente despejar las incertidumbres" y "fortalecer" el sistema público de pensiones. Los pensionistas y los futuros jubilados "no deben estar preocupados" por la reforma.
En referencia a los avances del grupo de expertos, El País informa de que una de las propuestas se dirige a que haya dos vías de ajuste en pensiones. La primera vía implicará que debido al envejecimiento de la población, las pensiones medias serán menores en el futuro; la segunda es que afectará a la cuantía de las pensiones actuales. Algunos de los miembros quieren que su aplicación se produzca en 2014. 