Hiscox examina los riesgos de las empresas TIC por los despidos de empleados

Google, Microsoft o Meta son algunas de las grandes empresas tecnológicas que en las últimas semanas han procedido a recortes de plantillas, afectando a decenas de miles de empleados. Ante esa ola de despidos, Hiscox ha analizado los principales riesgos a los que se enfrentan, como la infidelidad de los empleados, las difamaciones o el abuso de los derechos de la propiedad intelectual.

El primero de esos riesgos es el de ex empleados desleales. "Cuando un empleado deja de serlo en caso de despido, así como en una baja voluntaria, la situación puede llegar en ocasiones a tornarse amarga y no acabar en los mejores términos para ninguna de las partes", señala. Cita el caso del fundador de la compañía TIC Esselar; tras abandonarla, planeó durante meses una venganza en la víspera de una presentación a un cliente importante de la empresa, que consistió en el hackeo de los teléfonos móviles de alrededor de 900 empleados del cliente, eliminando toda su información.

En segundo lugar menciona las difamaciones, ya que el descontento puede llevar a exempleados y empresas a descargar difamaciones en algún medio de difusión, como las redes sociales. Recuerda que pueden afectar directamente a la imagen y a la reputación de ésta y, a su vez, repercutir en pérdidas económicas en función de la gravedad de las afirmaciones.

El tercer riesgo se centra en las fugas y robos de datos. "No es raro que un empleado cuando es despedido decida llevarse algún tipo de objeto de la empresa sin comunicárselo. Pero, en ocasiones, el robo puede ir más allá y no siempre relacionado con algo físico y material", apunta Hiscox. Como ejemplo, indica que un empleado con acceso a datos o documentos confidenciales, además de llevárselos sin permiso y privar de ellos a la empresa, podría también proporcionárselos a la competencia, con las consecuencias que ello podría suponer.

También cita la vulneración del derecho de propiedad intelectual. En este caso, precisa que las empresas no sólo pueden prescindir de un trabajador, sino que puede ser la que contrate a un empleado despedido de su ex compañía. "Llegado el caso, puede ocurrir que, en venganza, este trabajador utilice en la nueva compañía alguna propiedad intelectual de la antigua empresa, como puede ser un código fuente propietario. En este tipo de casos, al mismo tiempo que se está incumpliendo el contrato de su uso dañando a la empresa, también son vulnerados los derechos de propiedad intelectual, por lo que las consecuencias pueden alcanzar cierta gravedad".

Y como quinto riesgos se refiere a los retrasos en la ejecución de proyectos o cumplimiento de plazos, dado que puede ocurrir que no se cumplan los plazos previstos de entrega de cualquier proyecto o se realice de una forma en la que no se llegan a los objetivos fijados previamente, causando una pérdida económica al cliente que contrató los servicios de la empresa tecnológica.

Para Nerea de la Fuente, directora de Suscripción de Hiscox España, "la protección que tengan las empresas tecnológicas es clave para garantizar su prosperidad y su supervivencia en el mercado, sobre todo en caso de que sean demandadas por algunos de los motivos expuestos anteriormente. Desde Hiscox queremos ser un socio aliado de las empresas y acompañarlas en su desarrollo, con un producto de Responsabilidad Civil Profesional ajustado a sus necesidades específicas y a los riesgos de los profesionales tecnológicos".

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