La realidad no es algo estático, sino que está en constante transformación, y para que los seguros sean capaces de responder correctamente a esos cambios, es necesario apostar por herramientas que aporten agilidad y cercanía a las necesidades de la sociedad. Para ello, la innovación se ha dibujado como el único camino posible para todas aquellas aseguradoras dispuestas a salirse de su zona de confort, con el fin de incorporar las prácticas más disruptivas que les permitan llevar su negocio a buen puerto.

La tecnología se ha convertido en una gran aliada a la hora de agilizar procesos y conseguir un contacto más estrecho con los clientes a través de numerosas herramientas digitales. La incorporación de la inteligencia artificial a los procesos ha permitido no solo dar un impulso a los plazos de entrega de los proyectos con la automatización de tareas, sino también identificar patrones o detectar anomalías que ayudan a entender mejor las casuísticas particulares de cada cliente.

En esta misma línea, la analítica de los datos es una herramienta esencial para conocer mejor a los clientes y para ofrecerles un servicio más personalizado. En los últimos años, la información que poseen las empresas de sus clientes ha recibido capas extras de protección, como la Ley Orgánica 7/2021 aprobada el pasado año por los reguladores gubernamentales ante el uso indiscriminado e ilícito que hacían muchas empresas de estos datos. Sin embargo, este tipo de analíticas también pueden utilizarse en beneficio de los clientes. Por ejemplo, en Hiscox se utilizan procesos de Data Analytics para hacer predicciones sobre las necesidades de los clientes y, sobre todo, se automatizan tareas complejas, como la gestión de los siniestros o la propia suscripción de pólizas, momento en el que las herramientas tecnológicas juegan un papel fundamental a la hora de dictaminar los riesgos reales de los clientes y crear modelos para suscribir pólizas más realistas.

En la otra cara de la tecnología se encuentra la sostenibilidad, que se ha convertido en una de las principales preocupaciones de las sociedades y sus líderes, cada vez más conscientes de la necesidad de emprender la senda del desarrollo sostenible para asegurar una buena gestión de sus empresas. No solo es una imposición recogida en diversas normativas desarrolladas al respecto, sino que los propios clientes cada vez dan más importancia a este asunto. De hecho, según un estudio de IBM, 6 de cada 10 españoles cambiarían sus hábitos de consumo para mejorar el medio ambiente.

Por eso, es importante que las aseguradoras no solo establezcan medidas sostenibles internamente, como la reducción de carbono y de gases de efecto invernadero, sino también que actúen en consecuencia a la hora de suscribir pólizas. En Hiscox, por ejemplo, se ha apostado por dejar de ofrecer coberturas a empresas cuyas actividades sean especialmente contaminantes, como centrales eléctricas de carbón térmico, arenas petrolíferas, actividades de exploración de energía del Ártico.

Los constantes cambios del mercado pueden dificultar la capacidad de las compañías de adecuarse correctamente y, por eso, es necesario hacer uso de todas las herramientas disponibles, tecnológicas o no, para seguir aportando valor al cliente en entornos cada vez más complejos.

Sección Conocimiento Xpress by Hiscox publicada en el nº de marzo de la revista Mercado Previsor.

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