IMD 2: Oportunidad para regular los canales y que no haya presión ni malas prácticas

La multicanalidad no es un concepto nuevo pero la diferencia es que ahora se habla mucho más de ella. Sin embargo, "no hay duda de que la situación actual no es la deseable ni para las compañías ni para los mediadores profesionales, ni para los consumidores, ni siquiera para los otros intermediarios, sean bancos, comparadores o fabricantes de automóviles", considera Carlos Biurrun, presidente de Biurrun Consulting. A su juicio, la multicanalidad se debe practicar con reglas éticas, profesionales y equilibradas. Por ello, se debe aprovechar la oportunidad de la IMD 2 para regular bien los diferentes canales y que no haya presión de nadie y malas prácticas.

Advierte que cualquier persona no puede vender seguros y prestar asesoramiento sobre riesgos y, en ese sentido, critica que "se es muy laxo en el control y exigencia de este aspecto". También estima que "se necesita claridad y transparencia en la función de mediación y asesoramiento en seguros. Hace falta que el consumidor esté informado de la función de cada uno de los que intervienen, de su nivel de independencia, de los intereses que representa, de sus responsabilidades, de lo que cobran por los servicios prestados". Junto a lo anterior, Carlos Biurrun cree que se deben establecer "mecanismos coercitivos que persigan de manera eficaz y rápida las malas prácticas. Los códigos éticos entre partes están muy bien pero no son suficientes".

Y añade que se debería implantar "un marco único europeo, al menos de mínimos transitoriamente, sobre el perfil del mediador y formación mínima reglada, podría tener un impacto positivo en la opinión pública y facilitaría la comunicación y relevancia de la actividad de mediación y asesoramiento en seguros". Por último, apunta como otras cuestiones que son necesarias la dimensión; nuevos modelos de organización y empresariales; internacionalización; ofertas competitivas; debates abiertos; más participación, etc.