Según un estudio de Ruxley, las reclamaciones de APH (amianto, contaminación y riesgos para la salud, según sus siglas en inglés) en EEUU crecieron de forma desorbitante el pasado año: en junio, en California, una mujer de 86 años víctima de un cáncer fue indemnizada con 48 millones de dólares, y se están identificando nuevas fuentes de reclamaciones. Este incremento ha obligado a las aseguradoras de EEUU ha incrementar sus reservas para hacer frente a estos pasivos: AIG, según el informe, las ha incrementado en un 75%. Sin embargo, el estudio ha detectado que las compañías europeas no están gestionando activamente estos pasivos en EEUU y han mantenido estas reservas prácticamente sin cambios. El informe concluye que con el sorprendente incremento de las reclamaciones aceptadas por estos conceptos y Solvencia II en el horizonte, las aseguradoras europeas necesitan centran su atención en estos pasivos antes de que los costes comiencen a tener impacto en la rentabilidad de la industria.