En 2013 se han registrado cerca de 9.700 nuevos procesos concursales, según el Área de Administración de Riesgos de Crédito y Caución, que en el primer trimestre del año anunció que llegarían ese año a su máximo histórico, unos 10.000 concursos. El incremento sobre 2012 es del 15%, aunque el 4º trimestre muestra un mejor comportamiento que los 3 anteriores, situándose en valores próximos al crecimiento cero. Prevé que la intensidad en el crecimiento de la concursalidad “se romperá previsiblemente en 2014 por los cambios introducidos en el marco regulatorio español y las previsiones de mejora del acceso empresarial a la financiación de origen bancario”.

La aseguradora precisa que ha cambiado el prototipo de concurso de acreedores: Son empresas pequeñas o medianas de cerca de 20 trabajadores, con más de 10 años de antigüedad, cada vez más presionadas por la prolongación en el tiempo de la crisis. Añade que la insolvencia judicial de estas empresas se ha visto propiciada por las dificultades para acceder a nuevas refinanciaciones financieras, el agotamiento de los activos líquidos, la imposibilidad de profundizar en la reestructuración de sus costes, el fracaso en los planes de internacionalización o la trasmisión, a través de la morosidad, de la insolvencia de los clientes.