Para Insurance Europe no hay duda: la Estrategia de Inversión Minorista (RIS, por sus siglas en inglés) de la Comisión Europea debe tener en cuenta las normas existentes, ser sometida a pruebas exhaustivas y demostrar beneficios probados para los consumidores. Así lo expresa en respuesta a la convocatoria realizada por la CE en torno a esa estrategia y, además, plantea varias cuestiones para garantizar que tenga éxito.

En primer lugar, la asociación apunta que la Comisión Europea debería tener en cuenta la legislación vigente y pone como ejemplo la Directiva de Distribución de Seguros (IDD), que valora como sólida y que proporciona un "nivel muy alto de protección al consumidor en términos de remuneración, asesoramiento y competencia del asesor".

Otra pauta que propone es introducir cambios solo para responder a una necesidad claramente identificada. "Cualquier cambio en el marco normativo actual supondría un coste que, en última instancia, sería asumido por los consumidores. Por lo tanto, las modificaciones deben probarse y demostrar que aportan valor a los consumidores para justificar estos costes", precisa Insurance Europe. Continuando con la parte de los consumidores, cree que los esfuerzos deberían centrarse en sus necesidades, que requieren una información más sencilla y atractiva. "Para ayudar a los consumidores a entender las características del producto, la información debe destacar específicamente si el producto ofrece o no beneficios de seguro", insiste la asociación.

Por último, recalca la importancia de comprender las diferencias entre los distintos mercados y productos y pide a la Comisión Europea que pruebe el impacto de los cambios antes de su aplicación: "Debe realizar pruebas exhaustivas con los consumidores antes de aplicar cualquier cambio. Por ejemplo, las pruebas no mostrarían ningún beneficio para los consumidores de las propuestas de la Comisión sobre una nueva evaluación de idoneidad".

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