Los inversores españoles admiten la importancia de ahorrar para la jubilación. Sin embargo, mantienen una confianza excesiva en el Estado. El ‘Estudio Global de Inversión 2016’ elaborado por Schroders desvela que los principales motivos que los españoles citan para invertir son el complemento de su pensión de jubilación (43%), reinvertir las rentas y hacer crecer la cartera (44%) y complementar el salario o ingresos (46%). Afirman que podrían vivir cerca de dos décadas (19,2 años de media) tras jubilarse, por debajo de la media europea (20,2 años).

El estudio parte de encuestas a 20.000 inversores de 28 países -1.000 en España- que planean invertir un mínimo de 10.000 euros en los próximos 12 meses y que hayan modificado sus inversiones en los últimos 5 años. Un dato relevante es que los millennials españoles muestran menos motivos para invertir para la jubilación: solo el 36% eligió este motivo siendo el más probable complementar el salario o los ingresos (47%). Su preferencia es cubrir las necesidades financieras inmediatas, en lugar de para percibir beneficios a largo plazo. Preguntados sobre la procedencia de los ingresos durante su jubilación, los inversores europeos prevén obtenerlos de 3 vías principales: el sistema público de pensiones (que aportaría el 26,8%), Plan de Pensiones de empresa (19,5%) y sus propios ahorros e inversiones (17%).

Los resultados del estudio también indican que las expectativas de rentas y los rendimientos a largo plazo que barajan los inversores españoles parecen claramente desmesurados, en línea con los datos europeos. En Europa, la media de rentas que desean percibir los inversores asciende al 7,9%; en España, les gustaría percibir unas rentas del 8,5%. Pero si se tienen en cuenta los tipos de interés en mínimos históricos, “es probable que numerosos inversores europeos, especialmente los españoles, se lleven una decepción”, señala Schroders.

Carla Bergareche, directora general de Schroders para España y Portugal, valora que “los resultados de nuestro Estudio Global de Inversión 2016 ponen de manifiesto dos realidades del inversor español, su visión cortoplacista en cuanto a sus inversiones y su dependencia de las pensiones públicas a la hora de planificar su jubilación. Debido a las presiones demográficas, al alargamiento de la esperanza de vida y a los altos niveles de endeudamiento de los estados, es probable que con la planificación actual de los inversores, estos se encuentren con que no han ahorrado lo suficiente. Desde Schroders continuamos animando a los españoles a ponerse manos a la obra cuanto antes y analizar sus necesidades de inversión para planificar su jubilación”.