"Cecas tiene que ser el líder natural de formación del sector y muy especialmente una referencia para los mediadores colegiados. Queremos que el mediador encuentre en nosotros la respuesta a sus necesidades formativas, ya sean de carácter técnico como también en habilidades y en cuestiones que afecten a su negocio en el día a día". Lo afirma en entrevista con esta redacción Javier Barberá, nombrado presidente del Cecas el pasado mes de abril, en la que valora el nivel de formación de los profesionales de la mediación: considera que ese nivel es alto, y cree que "ello se traduce por ejemplo en la escasa conflictividad que se registra de reclamaciones frente a las administraciones, así como en el hecho de que siguen conservando la cuota más alta de penetración en el mercado de la distribución, sin que los canales alternativos consigan superarles".

Y más que carencias formativas en los profesionales, Javier Barberá opina que lo que existe es necesidad de adaptación a los cambios. "Por un lado, las nuevas tecnologías han irrumpido fuerte en el sector y debemos dedicar nuestros esfuerzos para formar a los profesionales y divulgar conocimientos sobre ello. Y por otro, las modificaciones legislativas, de gestión empresarial, riesgos emergentes y distribución de producto y servicio basados en ahorro o inversión", valora.

Nueva plataforma

El Cecas apuesta por un nuevo modelo de formación a través de una nueva plataforma, pero para su presidente el debate no se encuentra en si hay que volcarse en la formación on-line o la presencial. "Lo que queremos es que la formación que se realice sea de calidad", afirma Barberá. En todo ese contexto explica que la creación de la nueva plataforma "ha sido una apuesta decidida del Consejo General para situarse como un referente no solo en cursos e-learning, sino en todas aquellas herramientas que permiten una pedagogía de primer nivel en cualquier formato".

Por último, en cuanto a los cambios que trae la IDD en temas de formación, el presidente del Cecas afirma que "cualquier cambio siempre introduce aspectos positivos. Las obligaciones de formación afectarán prácticamente a todos los intervinientes, y eso será bueno para el sector y para los consumidores".