Un mercado de seguros no tiene sentido sin el mediador. Hasta tal punto que una de las mejores iniciativas vistas en estos últimos tiempos proviene de Brasil donde el supervisor de Seguros, Roberto Westenberger, ha impulsado la creación de un Laboratorio de Productos. En él está representada la mediación a través de los corredores de seguros, acompañados por representantes de las aseguradoras y del propio órgano de control.

Su fin es analizar los detalles de los productos, los objetivos y las capacidades para atender las necesidades del cliente final. Dice la institución supervisora que sale así de su pasividad y acompañará a las compañías en la acción de crear productos. Pero más importante aún es que la presencia de los corredores en el Laboratorio será obligatoria, más que nada porque así no podrán ser excluidos y tendrán una voz prioritaria.

Roberto Westenberger subraya que la autoridad de supervisión “no concibe el mercado de seguros sin la actuación del corredor, porque es indispensable desde que agrega valor a la negociación”. Y ese valor es tal que la palabra del corredor servirá hasta para decidir qué producto y cómo será puesto a disposición del público.