Mapfre ha hecho balance de los siniestros atendidos en 2022 a causa de fenómenos meteorológicos. En total, la aseguradora gestionó cerca de 130.000 siniestros durante el pasado ejercicio, lo que significa un 27% menos que en 2021. Y la razón de este descenso parece obvia: Filomena. Y es que esta borrasca, que dejó una nevada histórica entre el 8 y el 9 de enero de 2021, disparó los incidentes tramitados por Mapfre hasta superar los 180.000.

Si no hubiera existido Filomena, los siniestros por causas climáticas atendidos por Mapfre en 2021 habrían estado en línea con los registrados en 2022, ya que la gran nevada provocó casi 60.000 siniestros para la aseguradora. De hecho, según datos de Mapfre, en 2022 han tenido lugar en España alrededor de 25 episodios meteorológicos adversos, una cifra similar a la de 2021, pero ningún evento ha sido de la magnitud de Filomena.

De los casi 130.000 siniestros atendidos por Mapfre en 2022, entre el 65% y el 70% están relacionadas con el seguro de Hogar y Comunidades, mientras que el 22% restante corresponden a siniestros de Empresas y cerca del 8% al ramo de Autos. 

Los siniestros más comunes fueron los relacionados con el agua, pues la lluvia copó entre el 55% y el 60% de las incidencias gestionadas. Otro 30% de los siniestros tramitados tuvieron como protagonista el viento, mientras que el resto fueron provocados por tormentas y granizo. De hecho, el granizo fue el culpable del 80% de las incidencias de Autos.

Canarias, Levante y Baleares fueron las regiones más impactadas por los fenómenos meteorológicos declarados el pasado año. El evento más importante fue la tormenta subtropical Hermine, con fuerte lluvia y viento, que afectó principalmente a Canarias y a la zona de Levante entre el 24 y el 26 de septiembre.

También el Levante y Baleares sufrieron la DANA que se produjo entre el 10 y el 12 de noviembre, mientras que el noroeste peninsular sufrió las borrascas Armand y Beatrice entre el 19 y el 23 de octubre. La borrasca Denise fue otro de los fenómenos más importantes de 2022, afectando a toda la península, al igual que sucedió a final de año con la borrasca profunda Efraín. Por último, en marzo, el centro y sur peninsular tuvo un episodio extraordinario de calima asociado a la borrasca Celia, que dejó sus cielos teñidos de rojo por las fuertes rachas de viento con arena del Sáhara.

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