Mapfre explica como gestiona el riesgo catastrófico tras el terremoto de Chile

La primera sesión de las XXII Jornadas Internacionales de Mapfre Global Risks diseccionó el impacto de los riesgos catastróficos y su gestión, y para ello se partió ayer de la experiencia que para varias multinacionales ha dejado el terremoto de Chile y el posterior tsunami. Gerentes de riesgos de compañías de todo el mundo y profesionales del sector asegurador se reúnen en Toledo hoy y mañana para abordar múltiples cuestiones y, sobre todo, poner sobre la mesa las lecciones extraídas de los siniestros por catástrofes naturales.

Alfredo Castelo, consejero delegado de Mapfre Global Risks, en su ponencia repasó brevemente la trayectoria de Mapfre y la nueva estructura con la que opera, sus principales magnitudes y su posición tanto en el mercado español como latinoamericano y en Europa. Sobre el proyecto Global Risks, explicó que es una entidad de seguro directo que incluye operaciones en todo el mundo, las empresas con programas internacionales de seguros, las de actividad y las locales (con facturación de más de 600 millones de euros en Europa o de 500 millones en el resto del mundo). Emitió 911 millones de euros (+8,6%) en 2010, con 427 millones (+59%) en el segmento internacional y 483 millones (-15%) en España. Todas las áreas de negocio tuvieron buen comportamiento salvo, especialmente, Crédito y Caución (-24%).

Recordó la incidencia del terremoto y tsunami de Japón y otras catástrofes, incluida la de Lorca, y que “desde finales de los años ochenta las catástrofes naturales han aumentado de forma preocupante”, apuntó. “Los eventos reafirmaron la necesidad de responder como sector y atender las necesidades de la población”.

En el caso del terremoto de Chile, que dejó 562 víctimas mortales, ha sido el evento más importante afrontado por Mapfre desde su creación. Su introducción dio pie a una mesa redonda sobre 'La experiencia del terremoto de Chile'. Su resumen es el siguiente: tuvo una intensidad de 8,8 grados en la escala de Richter, afectó a la zona central del país liberando una energía 1.300 veces superior a la de la bomba atómica de Hiroshima; el tusnami posterior alcanzó una velocidad de desplazamiento de 700 k/h. El coste para la industria aseguradora ha sido de unos 8.500 millones de dólares, mientras las pérdidas totales rondan los 30.000 millones de dólares, el 12,7% del PIB chileno.

180 segundos eternos

Julio Domingo Souto, presidente de Mapfre Chile, ofreció una visión directa de lo vivido en el país por el tercer terremoto más fuerte de la historia, por detrás del Japón de marzo. Explicó la situación de riesgo de Chile por su posición en la placa de Nazca y dijo que la energía liberada se calcula que se acumuló durante 170 años y afectó a las regiones centrales. En cuanto al tsunami, ocurrido desde 20 minutos tras el terremoto hasta 4 horas espués, gran parte de los daños fueron por éste. Quince meses después ha habido 3.700 réplicas. El principal, el 27 de febrero de 2010, duró 3 minutos.

Recordó que buena parte de los daños se han evitado gracias a las normas que desde hace muchos años se aplican en la construcción, aunque los impactos en los sectores económicos han sido elevados: manufactura, pesca, comercio o agricultura. Resultaron dañadas 440.000 viviendas. Para la industria de seguros “fue un gran golpe”, equivalente al 30% de las primas No Vida de la industria chilena. Hubo 225.000 denuncias de siniestros: el 86% de viviendas residenciales y el 14% de no residenciales.

Los siniestros en Mapfre se han separado en los de elevada cuantía (por complejidad, por ejemplo) y los de elevado volumen (principalmente por vivienda. Mapfre liquidó en diez meses 77.300 denuncias recibidas; además, el 41% de siniestros del mercado hipotecario correspondió a la aseguradora.

Su estrategia se puede resumir en tres puntos: tiempo de cierre de liquidación muy rápido, contar con capacidad financiera y pago inmediato. Para ello contó con un Comité de Emergencia, información permanente, anticipos y cobros rápidos, plan de continuidad de negocio, web especial, etc.

La gestión de los peritos fue fundamental: estructurar la coordinación con los peritos, control de compromisos, gestión de bases de datos, flexibilidad para asignar siniestros, refuerzo con personal técnico, mantenimiento del servicio, definición de procedimientos para situaciones de excepción, implantación de procesos de pago rápido y eficiente.

Experiencia acumulada

Miguel Temboury, subdirector general de Riesgos e Inversores de Endesa, expuso cómo afectó a su compañía el terremoto y su respuesta. El impacto en el sistema eléctrico fue muy severo, se produjo un apagón absoluto. Horas después se fue recuperando y en 24 horas se repuso el 80%. El sistema quedó muy inestable y hubo 15 días después otro apagón absoluto, de 3 horas, que conmocionó a la población. El programa de seguros dio cobertura a los daños materiales y a las pérdidas de beneficios resultantes, tanto directas como de pérdida de beneficios contingente. Hubo dificultades de valoración del siniestro por numerosos aspectos.

A continuación Juan José Gil, director de Financiación de Riesgos y Seguros de Telefónica, habló sobre las lecciones aprendidas del terremoto por parte de la compañía y se centró en laa experiencia en la tramitación y liquidación de siniestros. “Ha sido el siniestro y la indemnización más importante que ha recibido Telefónica del sector asegurador”, y aclaró que no han recibido demanda de RC por interrupción del suministro.

En la segunda parte de la jornada, Pavel Huerta, responsable de Suscripción de Contratos para Portugal y España de Swiss Re, aseveró sobre las grandes pérdidas en el pasado reciente, desde el punto de vista del reasegurador, que en los últimos cuarenta años han aumentado considerablemente las catástrofes naturales en todo el mundo. Sólo en los últimos 18 meses se han producido importantes castástrofes. Pero dijo que no existe una tendencia. José Luis Sánchez, director general de Asevasa, mostró las claves que considera fundamentales en un siniestro. Lo primero es que se produce una ruptura en la cartera de valor: cuando hay un siniestro de esta magnitud es fundamental el trabajo en equipo, la fortaleza de la dirección y la eficacia, con rapidez en la gestión de la información. Además, los efectos de una gran catástrofe son impredecibles, con consecuencias a veces irreparables y factores psicológicos.

El CEO de Aon Chile, Carlos Bello, resumió la experiencia de la entidad en el suceso: en apenas 3 minutos se le declararon siniestros como no habían registrado antes. Iniciaron inmediatamente la coordinación con ajustadores, aseguradores y particularmente con reaseguradores. Sentenció que “los eventos catastróficos superan todo lo previsible”. Nos encontramos que “como todo contrato la póliza tiene más de una interpretación”. Por eso es bastante importante un esquema de comunicación con la industria y lo que se le entrega a ésta.

Por último, Eduardo García, director general de Itsemap, habló desde el punto de vista de los ingenieros dentro de las aseguradoras. Desde la ocurrencia del evento los equipos de Mapfre se volcaron en su gestión para atander rápidamente los compromisos adquiridos y recoger el aprendizaje.