Durante el pasado puente de agosto, un total de 2.780 conductores fueron denunciados por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil tras haber dado positivo en consumo de alcohol y drogas. En el transcurso de cuatro días, los agentes realizaron 130.280 pruebas con motivo de la intensificación de la campaña de controles por la celebración de numerosas fiestas patronales.

De los 130.280 test, 2.476 fueron para detectar drogas y dieron positivo 860; es decir, el 35% del total. Como viene siendo habitual, entre las drogas más consumidas están el cannabis (551 casos),  la cocaína (358), las anfetaminas (171) y las  metanfetaminas (151). La DGT está incrementando progresivamente las pruebas salivares para la detección de presencia de drogas en los conductores. Para este año prevé realizar 100.000 test y en 2018 se alcanzarán los 150.000.

"Este incremento progresivo de los controles de drogas es consecuencia del alto porcentaje de conductores que conducen con presencia de drogas y alcohol al volante", precisa Gregorio Serrano, director de la DGT, quien añade: "En el último informe que realizó la DGT, el 12% de los conductores elegidos al azar dieron positivo en alcohol y drogas por encima de los límites legales".  

1.920 positivos por consumo de alcohol

En cuanto a los controles de alcohol, se han realizado 127.804 pruebas y han dado positivo 1.920 conductores. De ellos, 1.714 fueron detectados en controles preventivos; 83, tras haber cometido una infracción; 114, por estar implicados en accidentes; y 9, por presentar síntomas evidentes de ingesta.

De los 1.920 conductores que dieron positivo, a 1.680 se les ha abierto expediente sancionador por vía administrativa mientras que a los 240 restantes se les han instruido diligencias para su posterior traslado a la autoridad judicial por superar la tasa de 0,60 mg/l en aire espirado. Además, 5 conductores han sido puestos a disposición judicial por negarse a realizar la prueba.

Se intensifican los controles de velocidad

El pasado 21 de agosto, la DGT inició una campaña de intensificación de los controles de vigilancia de la velocidad. Finaliza el 27 de agosto y el objetivo es concienciar a los conductores sobre este riesgo, ya que cada año provoca la muerte de más de 300 personas.

Esta campaña traspasa nuestras fronteras y se está realizando también de forma simultánea en 25 países europeos a través de la Organización Internacional de Policías de Tráfico (TISPOL).