Los mayores de 65 años, uno de los colectivos más afectados por el tabaquismo

El tabaquismo es uno de los principales riesgos para la salud. Según la OMS, el tabaco provoca 7 millones de fallecimientos al año en todo el mundo y numerosas patologías cardiovasculares. "Fumar incrementa el riesgo de sufrir cardiopatía isquémica, ictus, enfermedad vascular periférica y claudicación intermitente", enumera David Curto, director asistencial de Sanitas Mayores en el Día Mundial Sin Tabaco. Y añade: "Supone un mayor riesgo en las personas de edad avanzada".

Efectivamente, los mayores de 65 años son uno de los colectivos más afectados por el consumo de tabaco. Una de cada cinco muertes entre este grupo poblacional está relacionada con esta sustancia nociva que se asocia con al menos seis de las 14 principales causas de muerte en los sujetos de más de 60 años y supone un factor de complicación de al menos otras tres. Se estima que, en España, el 12% de este colectivo es fumador y, aunque cada vez hay mayor conocimiento sobre los beneficios de abandonar esta práctica, dejar de fumar es especialmente complicado para ellos. "Una persona que ha fumado toda su vida debe recibir un especial apoyo para conseguir dejar de fumar, es importante hacer un seguimiento cercano", explica el doctor Curto.

Los estudios clínicos concluyen que quien deja de fumar antes de los 50 años disminuye el riesgo de morir por una enfermedad relacionada con el tabaco en un 50%, mientras que quien deja de fumar a los 65 años reduce ese riesgo en un 10%.

Las mujeres absorben más carcinógenos

Otro colectivo especialmente afectado por el tabaco son las mujeres. Diversos estudios han demostrado que las consecuencias a este factor externo no son las mismas que en los hombres. Un informe de Cigna recoge algunas de estas diferencias y desvela que, como indica un estudio de la Unviersidad de Minesota,  el cuerpo de las mujeres es más vulnerable a los carcinógenos y que tienen el doble de riesgo de contraer cáncer de pulmón y tienen un 25% más de posibilidades de sufrir una dolencia coronaria que los hombres. También señala que a ellas les cuesta más dejar de fumar y que sus tasas de recaída son mayores.