Las consecuencias derivadas de los riesgos tecnológicos sobre el negocio no han sido suficientemente identificadas ni valoradas por la mayoría de las empresas. En la jornada sobre ciberriesgos organizada el lunes por Aon con la participación de Ernst & Young y AIG se mostraron los nuevos riesgos: Robos y fallos en unidades de almacenamiento de datos, ataques a webs corporativas, robos de identidad, malware, modificación de contenidos, etc.

Claudia Gómez, directora de Ciberriesgos de Aon, y Salvador Martín, responsable de Consultoría de Ciberriesgos en Aon España, observaron que “aunque las empresas han comenzado a tomar conciencia del riesgo, aún piensan que éstos están vinculados a ataques externos o son un problema exclusivo del Departamento de  Sistemas.  Las empresas deben tener una visión integral de las amenazas y sus consecuencias, que son distintas en cada organización, además de seguir invirtiendo en seguridad y controles”. A ello se unen “los considerables costes financieros que una quiebra de seguridad relevante puede suponer, las consecuencias reputacionales y personales”. Carlos Rodríguez, suscriptor de Riesgos Tecnológicos de AIG, analizó la solución aseguradora tanto desde el punto de vista de coberturas como de servicios que ofrecen las pólizas y el valor que aportan a las empresas.