Mercer cree que el seguro de Vida sería alternativa para ‘escapar’ de las nuevas cotizaciones

El Real Decreto-Ley 16/2013 aprobado por el Gobierno que incluye una nueva regulación de las cotizaciones a la Seguridad Social genera muchas incertidumbres, dudas que los expertos de Mercer han intentado resolver en la jornada ‘Alternativas frente al nuevo Real Decreto-Ley 16/2013 en materia de cotización a la Seguridad Social’. Una de las consecuencias de más calado para el sector asegurador es que desincentiva y desmotiva el ahorro empresarial, “va directo contra la previsión social complementaria”. Pero puede haber vías de escape.

Los expertos de Mercer defienden que mientras las aportaciones a los Planes de Pensiones y los Planes de Previsión Social Empresarial siembre van a cotizar, en el ámbito de los seguros, los hay que conceden derechos inmediatos, y otros que no, como los de ahorro para la jubilación, de forma que si el trabajador se marcha antes de la empresa, la empresa lo rescata. Por este motivo consideran que podría defenderse que la prima que paga la empresa sino genera derecho adquirido podría no tener que cotizar. Con este argumento consideran que “se abre un campo para el seguro de Vida, y por tanto podemos ofrecer algo al trabajador que no tiene porque cotizar”.

Esta podría ser una alternativa para hacer frente a la nueva regulación. Otra de las planteadas es crear una bolsa de beneficios .y dejar que se flexibilicen en función de los intereses de los propios empleados. Por ejemplo, si alguien tiene un seguro de Salud, en el que se incluye a la familia, y el cónyuge tiene al mismo tiempo una póliza similar en su empresa, uno de ellos podría sustituir ese beneficio por otro: “Se trata de darle más valor y siempre cumpliendo con las políticas sociales de la compañía”.

Otra opción es que el coste extra motivado por la entrada en vigor del Real Decreto-Ley para la empresa se descuente de la subida salarial para 2014 (siempre que no esté en convenio), algo que, según los expertos de Mercer, lo van a hacer muchas empresas. También existe la posibilidad de convertir los beneficios en monetarios, pero en este caso advierten que se pierde la ventaja fiscal y se puede hacer perder ventajas al empleado.

Aprobado con “nocturnidad y alevosía”

En cualquier caso, las dudas son demasiadas, y los expertos de Mercer reconocen que están pendientes de las aclaraciones de la Administración. A su juicio, la prórroga que ha dado el Gobierno da a entender que se van a aclarar conceptos. Gloria Villar, responsable del Área Laboral en Madrid de Mercer, ha explicado los entresijos de la nueva regulación (artículo 109) aprobada en el BOE el 21 de diciembre de 2013; en sábado, en medio de las vacaciones navideñas y con los presupuestos de 2014 ya cerrados, algo que han destacado varios expertos de Mercer aludiendo a la “nocturnidad y alevosía” con la que el Gobierno ha sacado adelante este Real Decreto-Ley.

La entrada en vigor, por tanto, fue el 22 de diciembre, lo que ya genera el primer problema, ¿qué pasa con los 9 días que quedan de diciembre? Ante esta complicación la Seguridad Social publicó un Boletín estableciendo una prórroga hasta el 31 de marzo para ingresar las nuevas cotizaciones sin recargo. Posteriormente se publicó otra resolución del 23 de enero aumentando el plazo al 31 de mayo, pero esta segunda prórroga, “que surge también de forma extraña”, afecta sólo a las cotizaciones del 22 de diciembre al 31 de marzo.

Los cambios más importantes de la nueva regulación sobre las cotizaciones a la Seguridad Social afectan a las exenciones. Antes no cotizaban y ahora sí conceptos como: el plus del transporte, los cheques comida, los seguros médicos a cargo de la empresa y las aportaciones a los Planes de Pensiones de Empleo.

Pendientes de la reforma fiscal

En relación a esto, Gloria Villar advierte que hay que estar a atentos a la reforma fiscal que prepara el Gobierno en el sentido de que se puedan eliminar también posibles exenciones fiscales y se vuelva a equiparar su tratamiento fiscal y el de la Seguridad Social. No obstante, como factor que invita al optimismo destaca que estamos en un año electoral y una medida de este tipo afectaría más al trabajador que a la empresa, frente a lo que ocurre con el Real Decreto-Ley 16/203 que afecta más a la empresa que al trabajador.