El Ministerio de Sanidad estudia las medidas que reclama la sanidad privada para paliar la crisis

La sanidad privada hizo llegar al Gobierno una propuesta de medidas económicas para paliar la pérdida de ingresos sufrida desde la declaración del Estado de Alarma que ha obligado al sector a desprogramar toda actividad no urgente o preferente y poner sus infraestructuras y equipamientos al servicio de la sanidad pública para afrontar la crisis.  

Entre las medidas económicas que propone ASPE se encuentra la exención de impuestos: exención de cuotas de la Seguridad Social durante el tiempo en que se prolongue el estado de alarma, exención del pago de impuestos y retenciones del IRPF de los trabajadores durante ese mismo periodo, aplazamientos y/o bonificaciones en Seguridad Social, aplazamientos y/o bonificaciones en Impuesto de Sociedades e IBI y créditos fiscales por aumento de plantilla sanitaria.

Por otra parte, las propuestas se centran en la obtención de líneas de financiación y liquidez: acceso a líneas de financiación gratuita o con carencia en la devolución de principal para poder acceder a la liquidez suficiente que permita hacer frente al gasto corriente, con el fin de asegurar que llega el crédito al sector, acceso a una línea de financiación específica para el sector, por importe del 75% de la facturación del sector hospitalario durante 2 meses y la aprobación de fórmulas de cobro excepcionales.

Además, solicita la reducción del IVA sanitario a tipo superreducido para facilitar la adquisición de compras de materiales y equipos para la atención sanitaria.

Sanidad reconoce el papel de la sanidad privada

Sanidad considera que es "tarea prioritaria del Gobierno" estudiar las medidas fiscales y económicas a aplicar "entendiendo la urgencia que la falta de liquidez puede ocasionar, tanto en los balances de las empresas como en la calidad de los servicios que vienen prestando en el marco de esta situación de crisis".

Añade que el Gobierno viene dictando medidas para minimizar el impacto económico en gran parte del tejido productivo y "los operadores del sector sanitario privado no pueden ser una excepción, ya que resultan estratégicos, mantienen un servicio de primer orden en la lucha contra la pandemia, con inversión en recursos y medios, y cuando sus profesionales, aún con riesgo para su propia seguridad, están en la primera línea de la atención a los pacientes".

Además, "estudia aquellas medidas que permitan proporcionar un equilibrio entre los recursos del sector público y las necesidades de respuesta de los operadores del sector, con proporcionalidad y adecuación al amplio perfil de las empresas y sus servicios", en clara alusión a la adaptación de los recursos requeridos de la sanidad privada en función de la evolución de la epidemia sanitaria.

El propio secretario general de Sanidad, Faustino Blanco, en su escrito de respuesta enviado a ASPE reconoce y agradece el papel de la sanidad privada en la lucha en la pandemia al indicar que es "consciente del difícil papel que está desempeñando en estas semanas, así como el esfuerzo, sentido de la responsabilidad y disposición a la colaboración efectiva con la que están respondiendo los operadores del sector".