Consejo General: lo que hay detrás de la moción de censura

El Consejo General de los Colegios de Mediadores se ha cerrado a cal y canto hasta este próximo lunes que se celebre el Pleno en el que se debatirá un proceso de moción de censura presentado por 23 presidentes de colegios provinciales, como contamos el pasado martes.

Cerrado no es una figuración. Los presidentes no se explayan en contar los motivos que han llevado a presentar esta moción, aunque dicen que "son razones todas objetivas" y todas ellas se han presentado en un documento enviado a la propia presidenta del Consejo, Elena Jiménez de Andrade, a la Comisión Permanente y al secretario general.

No es cuestión electoral

La idea general, reafirman las fuentes consultadas, es la "pérdida de confianza".

Entre las razones para la presentación de la moción, y que se esgrime en el mencionado documento, estaría la cuestión de las cuentas. Señalan que en el último Pleno del 27 de mayo ni siquiera se debatió esta cuestión porque la presidenta concluyó la sesión cuando tocaba abordar el tema: "Es una parte importante, pero no la única", confirman presidentes consultados. Otra de las razones, destacan, abordaría cuestiones de índole personal y la manera de la presidenta de gestionar la entidad.

Señalan las fuentes consultadas que por detrás no hay ningún motivo electoral como se ha dejado caer desde el propio Consejo: "No hay nada de eso", aseguran y añaden que "simple y llanamente un grupo de muchos presidentes, una mayoría sustancial, queremos presentar la moción de censura, que se debata y si sale efectiva se convoquen elecciones para que otra gestora lleve el Consejo".

En los planes del Consejo estaba convocar elecciones en enero para celebrarse en el primer trimestre del año del próximo año, una vez que los distintos colegios provinciales hayan celebrado su proceso electoral entre noviembre y diciembre de este año.

Testar herramientas

Desde el Consejo General se indica a esta redacción que el debate sobre la moción de censura se encuentra en el primer punto del orden del día del Pleno del próximo lunes y por lo tanto se celebrará. Lo que no está claro es si se votará puesto que los estatutos del Consejo obligan a que el voto sea secreto y no han encontrado la herramienta tecnológica idónea. Afirman que "se va a hacer todo lo posible para tener una herramienta", pero no saben si van a llegar a tiempo porque no la habrán testado de manera adecuada.

La parte que ha presentado la moción de censura considera que sí se puede asegurar el voto secreto y han propuesto varios medios para hacer esta votación, pero todavía no han recibido ninguna respuesta por parte de la institución pública y se escudan en que sólo puede ser presencial. A esto se niegan algunos presidentes por la situación del Covid-19, el riesgo de trasladarse a Madrid, una de las ciudades más castigadas, y por la situación personal de varios presidentes que componen perfiles de riesgo.

Si finalmente no hay votación el próximo lunes, desde el Consejo se asegura que se convocará un nuevo Pleno trascurridos mínimo 10 días y una vez encontrada la herramienta para llevar a cabo la votación secreta o se avengan todos los presidentes a mantener un Pleno físico.