Munich Re considera que los principales retos a los que se enfrentan en la actualidad los aseguradores y reaseguradores son la crisis de la deuda soberana en Europa y Estados Unidos, la fase sostenida de bajos tipos de interés y las pesadas cargas por las catástrofes naturales. En ese contexto, Ludger Arnoldussen, miembro del Consejo de Administración de Munich Re, reitera que el sector se ve afectado por la bajada en las tasas de interés, por lo que "nuestra estrategia de inversión prudente ahora demuestra su valor; la diversificación de la inversión es más importante que nunca". Considera que la rentabilidad de las inversiones se tendrá en cuenta en el cálculo de precios y "será una cuestión importante en las negociaciones de la próxima renovación".

Por otra parte, el directivo atribuye a los políticos la tarea de salvaguardar la estabilidad del mercado financiero. Opina que la "la regulación del mercado financiero tiene que mejorar. Con Solvencia II, la industria europea de seguros está en el buen camino en este sentido".

Otro de los desafíos que identifica es la mayor interconexión de los riesgos, y pone como ejemplo las cadenas de suministro globales, la producción de semiconductores y la industria del suministro de la automoción, etc., y su exposición a las contingencias de la interrupción de negocios.

En cuanto a las renovaciones de contratos del próximo 1 de enero, Munich Re indica que los graves desastres naturales de 2011 afectan a la industria de seguros y la carga de las reclamaciones ya ha tenido efecto en las renovaciones, aunque los precios no han sido uniformes en todo el mercado. "Por lo que se refiere a Munich Re, puedo afirmar que hemos mejorado la calidad de la cartera y el aumento de nuestros ingresos por primas", matiza Arnoldussen. "Con la carga de reclamaciones en los mercados, hemos sido capaces de lograr importantes aumentos de precio de catástrofe naturales en el año 2011".