Munich Re sitúa 2011 como el año más costoso en pérdidas por catástrofes naturales

El pasado año fue uno de los peores de la historia en catástrofes naturales, especialmente por los terremotos y los fenómenos relacionados con el clima, convirtiéndose en el más costoso en términos de pérdidas por esos eventos. Las pérdidas económicas rondaron los 380.000 millones de dólares, superando el récord de 2005 (con 220.000 millones), expone Munich Re en su estimación sobre 2011.

Sin embargo, Torsten Jeworrek, miembro de la Junta de Munich Re y responsable de Reaseguro, considera que "afortunadamente una serie de graves catástrofes naturales como la del año pasado es un fenómeno muy raro" y subraya la buena disposición del sector: "Estamos preparados para estas situaciones extremas. La tarea de la industria de seguros es cubrir las pérdidas extremas y ayudar a la sociedad frente a estos eventos y aprender de ellos con el fin de proteger a la humanidad mejor de estos peligros naturales".

La reaseguradora sitúa en 820 el número de eventos relevantes en 2011, en línea con el promedio de la última década. El 90% de las catástrofes naturales registradas están relacionadas con el tiempo, pero las dos terceras partes de las pérdidas económicas y la mitad de las pérdidas aseguradas se produjeron por eventos geofísicos, sobre todo los grandes terremotos, cuando lo habitual es que las mayores pérdidas sean consecuencia del clima. También precisa que, de media, durante las últimas tres décadas los eventos geofísicos representaron algo menos del 10% de las pérdidas aseguradas. Otro dato de especial relevancia es la inusual distribución de las pérdidas, al registrarse el 70% de las pérdidas económicas en Asia. Y todo ello se suma que cerca de 27.000 personas fueron víctimas de las catástrofes naturales en 2011, cifra en la que no se incluyen las incontables personas que murieron como consecuencia de la hambruna en el Cuerno de África, la mayor catástrofe humanitaria del año.

La catástrofe más destructiva de 2011 fue el terremoto en Japón y el posterior tsunami, mientras apenas unos días antes se había producido un terremoto en Nueva Zelanda también con elevadas pérdidas. Otros eventos de especial incidencia han sido las inundaciones en Tailandia y las numerosas tormentas registradas en América del Norte -con varias series de tormentas con tornados-; en cambio, los daños por huracanes han sido inferiores a los de otros ejercicios.