En la asamblea general de Mutua Madrileña, su presidente, Ignacio Garralda, se ha comprometido a que “en el caso de que el Gobierno apruebe en los próximos meses un nuevo cuadro de indemnizaciones por daños personales y de que el mejor clima económico propicie un aumento de la sinestralidad, Mutua intentará que su cuenta de resultados amortigüe, en la mayor medida posible, estos probables incrementos del gasto”. Garralda pronostica para este año unos resultados similares a 2013 (196 millones, +3,6%, con ingresos por primas de 3.868 millones, +6,2%) porque “nuestro objetivo sigue siendo primar el servicio imbatible y los precios ajustados sobre la maximización de los beneficios a costa de los asegurados”.

Mutua se muestra abierta a compras en España para ganar cuota de mercado o para entrar en otros segmentos del negocio, como gestión de activos o el seguro de Crédito (donde está la privatización de Cesce). En América Latina, “estamos manteniendo contactos, de forma simultánea, con diferentes grupos de Colombia, México, Perú y Chile para buscar un acuerdo”, admite Garralda.

Reversión al mutualista

Durante 2013, la compañía reforzó también su política de reversión de beneficios al mutualista, que registró un incremento del 8%, hasta alcanzar los 178 millones de euros, sin incluir bonificaciones, lo que supone 13 millones más. También EN 2013 puso en marcha una nueva medida con la que buscaba hacer la vida más fácil a sus mutualistas al ofrecer la posibilidad de fraccionar en tres pagos las primas de Autos, sin cobrar intereses por ello. En la misma línea, Mutua Madrileña está aplicando la bajada o congelación de primas a dos terceras partes de la cartera de autos durante este año. Esta medida se suma a la que tomó la compañía a principios de 2013 cuando decidió no repercutir a sus mutualistas el aumento del IVA y del IPC de los talleres. Estas subidas fueron absorbidas por el margen empresarial, beneficiando con ello a gran parte de la cartera.