Mutua Madrileña gana un 2,6% más y crece un 4% en primas

Mutua Madrileña ganó el pasado año 228,6 millones, un 2,6% más. En No Vida, el resultado (285,3 millones) creció un 46,4% gracias a la buena marcha del negocio y sobre todo a SegurCaixa Adeslas, que incrementó su contribución a los resultados del grupo (el 41,3% del total, 94,4 millones). En Vida prácticamente se repitió el beneficio (8,3 millones), con un ligero avance del 0,6%. El resultado de las inversiones financieras (116,9 millones) se redujo un 45,8% debido a la mala evolución a final de año de los mercados de renta variable, mientras que en renta fija se agotó la rentabilidad acumulada por efecto de la reducción de los tipos.

El incremento de las primas fue del 4% hasta los 4.333,4 millones. Por áreas de negocio, en Autos el avance fue del 4,1%; en Salud, del 3,3%; en Multirriesgo, del 12,2%; en Accidentes y Otros, del 33,1%; en Decesos, del 21,9%; y en Vida las primas descendieron un 31,1% por efecto, según explicó el presidente de Mutua Madrileña, Ignacio Garralda, en la presentación de resultados, del cierre de dos productos de Ahorro.

Respecto al negocio de gestión de activos, el patrimonio gestionado por Mutuactivos creció un 12,7% hasta superar los 5.000 millones de euros. De esa cantidad, 2.277 correspondieron al ahorro gestionado para terceros, una cifra que la entidad quiere incrementar para lo que no descartan realizar algún tipo de adquisición.

Compras en Vida, No Vida y gestión de activos

Garralda también anunció la intención de la entidad de aprovechar cualquier oportunidad de crecimiento inorgánico que pueda presentarse en España en Vida y No Vida. Capacidad financiera hay. Según ha destacado el presidente de la compañía, Mutua Madrileña tiene “los pulmones llenos de capacidad financiera para cualquier operación que se nos ponga delante”, en referencia a los 2.785 millones que tiene la entidad en inversiones financieras. Otra cosa es que efectivamente haya en el mercado compañías interesantes para adquirir.

Ignacio Garralda admite que ayudaría encontrar “algo ya con cierto peso”, pero también reconoce que es difícil porque las grandes empresas ya están consolidadas o son compañías familiares muy rentables. Las dos alternativas para poder protagonizar operaciones de calado serían esperar a que se vaya del país una multinacional o que un grupo familiar quiera abrirse a socios de fuera. No obstante, tampoco dirían que no a comprar una compañía pequeña o mediana siempre que a la entidad le compensen los esfuerzos que suponen las operaciones de este tipo.

A propósito de esta ambición de crecer de forma no orgánica, el presidente de Mutua Madrileña ha recordado que las compras reducen el margen de solvencia por el tratamiento dado en Solvencia II al fondo de comercio, pero considera que “tenemos carrera y margen” para afrontarlo, aunque reconoce que en el caso de que surgiera una operación se tendría que analizar con mucho detalle el impacto del fondo de comercio e intentar que este fondo no sea muy elevado. La entidad cerró 2015 con un ratio de solvencia del 796%, que baja hasta el 310% con Solvencia II, el ratio más elevado de los grandes grupos aseguradores europeos.

Otro de los objetivos para 2016 es crecer fuera de Madrid. El 36% del negocio asegurador procedía a finales de 2015 de Madrid, y el 64% de fuera, con un crecimiento a razón de un punto porcentual anual en los últimos años, una tendencia que esperan mantener: “Cuanto más negocio fuera de Madrid, mejor”. Para conseguirlo será clave el apoyo de las nuevas tecnologías y el desarrollo de un modelo predictivo de siniestralidad que permita ofrecer tarifas competitivas de forma rentable.

El impacto del Baremo de Autos

Mutua Madrileña ha calculado que la introducción del nuevo Baremo de Autos tendrá un coste para la compañía de 17 millones de euros. La entidad ha anunciado que la mitad del aumento de la siniestralidad que prevé para este año la va a soportar la mutua con ahorro de gastos o llevándola contra la cuenta de resultados, y la otra mitad se repercutirá entre los clientes. En total, a dos tercios de los mutualistas no se les va a “tocar” la tarifa.