10 claves para entender el Sandbox

La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha confirmado recientemente que el Gobierno tiene intención de aprobar antes de fin de año, en Consejo de Ministros, el 'anteproyecto de ley de medidas para la transformación digital del sistema financiero'. O lo que es lo mismo: el esperado Sandbox.

Aunque ya es prácticamente una realidad, son muchas las dudas que existen todavía sobre su funcionamiento, ventajas y utilidad. Por esta razón, la Asociación Española de FinTech e Insurtech (AEFI) y Hogan Lovells han celebrado una jornada para resolver todos los interrogantes posibles. Y en ella ha participado Raúl Saugar, asesor del Gabinete de la Secretaría General del Tesoro y Política Financiera de la Dirección General del Tesoro, órgano que ha liderado el diseño de esta iniciativa. 

Estos son algunos de los principales aspectos para comprender el Sandbox:

1. Definición. El anteproyecto de ley lo define como "un conjunto de disposiciones que amparan la realización controlada y delimitada de pruebas dentro de un proyecto que puede aportar una innovación financiera de base tecnológica". Aunque también lo describe de una forma más sencilla: "un espacio controlado de pruebas". Raúl Saugar ha reconocido que, hasta hace poco, casi nadie sabía su significado pero que "hace un año y medio" el Ministerio decidió impulsarlo "ante el cambio de paradigma" que se está produciendo: "Las administraciones públicas hemos tenido que aprender a proteger los bienes jurídicos en este nuevo contexto digital. Y hemos tenido que ser activos, nunca defensivos para no contaminar a todo un sector".

Ha matizado que "no se limita a ser un espacio controlado de pruebas", sino que va más allá. Se trata de "un proyecto integral" cuyo objetivo es "servir de catalizador de lo que está pasando en el sector financiero". Y ha añadido: "Somos un facilitador para que la innovación no se atasque".

Para aclarar más su significado, lo ha asimilado a la regulación de ensayos clínicos. "Nos hemos fijado bastante en ella", ha puntualizado.

2. Instrumento supervisor. Raúl Saugar ha explicado que, debido a este cambio de paradigma, era necesario crear un espacio de pruebas para que los poderes públicos pudieran conocer a las startups con el fin de que innoven sin riesgos y garantizando tres ámbitos esenciales: la protección de datos de carácter personal, la protección a los usuarios de los servicios financieros y la prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Respecto a la protección de datos, las startups tendrán que pedir siempre el consentimiento a los clientes. "Además, las empresas tendrán que ofrecer una garantía, que bastará con presentar un aval o un seguro de Caución", ha indicado Jaime Bofill, socio de Hogan Lovells.

3.  Bajo un esquema legal. El Sandbox tendrá rango de ley, por lo que se regularán los derechos y obligaciones de los participantes. Además, las empresas tendrán que firmar un protocolo con las autoridades competentes (Banco de España, CNMV y DGSFP). "Contar con un marco regulatorio va a permitir que se acelere el proceso de innovación, así como la obtención de licencias para poder operar", ha subrayado Rodrigo García de la Cruz, presidente de AEFI. Todo ello lo convierte en un escenario seguro de pruebas, que se regirá por el principio de proporcionalidad. Raúl Saugar ha señalado que habrá "cierta flexibilidad" en cuanto al cumplimiento de requisitos según la naturaleza de cada proyecto. "La principal labor del Sandbox es reducir la incertidumbre regulatoria para nuevos modelos de negocio que no encajen claramente en la legislación vigente. Además, servirá como elemento disuasorio para posibles malos actores que, escudándose en la falta de claridad, lanzan sus productos al mercado sin supervisión alguna", ha puesto de relieve Diego Bestard, CEO de Urbanitae, que también ha participado en la jornada.

4. Revisión permanente de la legislación. "La administración pública también está innovando en este aspecto y queremos mejorar", ha afirmado Raúl Saugar. Se prevé la creación de una comisión de seguimiento formada por representantes de todas las partes.

5. Acceso al Sandbox. Está abierto a toda empresa, organización y corporación, incluidas las universidades, pero habrá límite de plazas (se prevé una convocatoria inicial de 20 ó 30), como ha precisado Jaime Bofill: "No todas las empresas que quieran van a poder entrar en el Sandbox. Se prevé un aluvión de solicitudes pero será muy complicado entrar. Las empresas deberán aportar un plan de negocio, innovación, garantías para los consumidores y reflejarlo en expedientes que evaluarán la Dirección General del Tesoro". Y ha puntualizado Raúl Saugar: "Los proyectos tienen que tener un componente tecnológico novedoso y estar avanzados".

Sin embargo, las startups que se queden fuera no se verán discriminadas. Raúl Saugar ha dejado claro que la entrada de una startup en el Sandbox no "supondrá un trato de favor respecto a sus competidores"; principalmente, en lo que se refiere a la obtención de licencias para el inicio de la actividad de manera profesional. Si bien, Jaime Bofill ha puntualizado: "Aunque es verdad que los plazos para solicitar la licencia se reducirán a la mitad. Es la ventaja competitiva que se tiene por participar en el Sandbox".

6. Comunicación fluida. El anteproyecto prevé la constitución de un canal ágil con las autoridades supervisoras para atender las dudas y consultas jurídicas de las startups en el menor tiempo posible. "Esto es muy importante aunque hay que tener en cuenta que la velocidad de las startups es mayor que la del regulador", ha afirmado Diego Bestard.

7. Rendición de cuentas. Las autoridades supervisoras tendrán que conocer con cierta periodicidad los resultados de los proyectos de las startups.

8. Oportunidad de obtener más financiación. Según el anteproyecto, se dará la posibilidad a las entidades financieras de que puedan invertir en capital riesgo, algo que ahora no está permitido. Además, Rodrigo García de la Cruz cree que el Sandbox será un aliciente: "En España hay déficit a la hora de obtener financiación y el Sandbox puede ser un revulsivo. Será más fácil obtener financiación al estar bajo el ala del supervisor".

9. Retención de talento. "Antes las startups españolas se iban a Reino Unido, pero el Sandbox puede surtir como freno a esta sangría. Además, será importante para atraer talento internacional", ha afirmado Rodrigo García de la Cruz, que ha enfatizado: "Puede ser el primer Sandbox de la Eurozona y un punto de unión con Latinoamérica". AEFI estima que el Sandbox ayudará a crear 4.500 puestos de trabajo.

10. Cooperación internacional. En el anteproyecto de ley se insta a las autoridades españolas a impulsar la colaboración con terceros Estados, como Reino Unido, Singapur o Hong Kong, que son referentes en el Sandbox.