Está previsto que de los cerca de 7 millones de coches eléctricos actuales en el mundo se alcancen a principios de la próxima década 100 millones de unidades. Pero ese incremento traerá consigo nuevos riesgos a gestionar por el sector de la automoción y el asegurador. Incluye desde: posibles defectos y problemas de rendimiento, reparaciones más complejas y costosas, nuevas amenazas cibernéticas y riesgo de incendio, e incluso la sostenibilidad del abastecimiento y eliminación de componentes críticos y materias primas.

Los recoge un reciente informe de AGCS (Allianz Global Corporate & Specialty), que apunta también que la creciente complejidad de las cadenas de suministro y el empleo de nuevas tecnologías tendrán un fuerte impacto sobre los seguros de responsabilidad por producto en el segmento de seguros comerciales.

Según AGCS, la movilidad eléctrica tendrá numerosas implicaciones en materia de seguros e indemnizaciones, ya que la tecnología crea nuevos riesgos y exposiciones y la responsabilidad se desplaza en la cadena de suministro. El crecimiento de los vehículos eléctricos tendrá, en concreto, un impacto considerable sobre los seguros de responsabilidad por producto de automoción.

"Las piezas y componentes de automoción estarán más integrados. Lo que anteriormente eran tres piezas en un coche convencional podrían ser hoy una única pieza en el coche eléctrico, lo que suscita dudas acerca de la interacción de estas piezas y la responsabilidad del fabricante o proveedor en caso de defecto. Además, las piezas de automoción incluirán cada vez más software integrado", afirma Daphne Ricken, suscriptora sénior de Responsabilidad Civil de AGCS.

Además, las aseguradoras pueden también tener que hacer frente a un potencial incremento de las indemnizaciones por responsabilidad/retirada de producto como consecuencia de las nuevas tecnologías, componentes y menores plazos de desarrollo y prueba. "Por último, pero no menos importante, habrá exposiciones por responsabilidad civil de la empresa, como posibilidad de emisiones tóxicas y riesgo de incendio durante la impresión 3D, o bien el riesgo de incendio y contaminación durante la manipulación de baterías de litio", añade AGCS.