Ponce y Mugar organizó ayer un acto para celebrar sus primeros 20 años de actividad en el que reunió a numerosos amigos del sector asegurador para acompañar a los miembros de la correduría encabezados por sus socios, Ana Muñoz y Carmelo Vega. Tranquilidad, cobijo, generosidad, empatía o cercanía son algunas de las palabras que definen a la correduría y a las personas que la forman y que han forjado a lo largo de estos años su carácter. "Un camino que a veces no ha sido fácil", admitió Carmelo Vega, aunque "nuestros amigos aseguradores nos lo han puesto fácil".

Subrayó que se quedan con la frase "viviendo seguros y mirando hacia el futuro", un futuro que "es hoy", y advirtió que es preciso atender los cambios que vive la sociedad y el propio seguro, donde "las nuevas generaciones nos demandan cercanía y también respuesta inmediata"

Ana Muñoz afirmó que "han sido 20 años de un sueño maravilloso" y recordó que desde el comienzo de la puesta en marcha del proyecto se plantearon trabajar pensando en las necesidades de los clientes en todos los ámbitos y, además, con las aseguradoras y las autoridades de seguros.

En su discurso remarcó la importancia de palabras como volver, sentir y vivir para Ponce y Mugar, que "hoy ya no es un proyecto sino una empresa de crecimiento rentable, con un equipo talentoso y preocupado por los criterios ASG y la diversidad, que es lo que preocupa a las personas de corazón grande y mente abierta".

"Vamos a por el cuarto de siglo para seguir aprendiendo, creciendo, enseñando y queriendo, que es el motivo por el que estamos aquí todos juntos".

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