2021, el tercer año más gravoso de la historia por catástrofes naturales

En 2021, se registraron 401 catástrofes naturales de notable consideración en todo el mundo, lo que significa 15 menos que en 2020, según revela el Informe Anual de Catástrofes de Aon.

Estos desastres provocaron unas pérdidas económicas que ascendieron a los 343.000 millones de dólares, lo que convierte al año 2021 como el tercero más costoso -una vez ajustada la inflación- desde que se tiene constancia. Y de este total, 329.000 millones se debieron exclusivamente a fenómenos meteorológicos y climáticos.

De los 343.000 millones de pérdidas, sólo el 38% estaban cubiertos por el seguro. No obstante, con respecto a 2020, la brecha de protección de las pérdidas económicas no cubiertas por el seguro disminuyó del 63% al 62%.

De los 401 desastres identificados, 50 causaron daños por encima de los 1.000 millones de dólares, por lo que el 2021 se sitúa como el cuarto año con mayor número de eventos tan costosos. Y de esos 50, únicamente 20 alcanzaron el umbral de los 1.000 millones de dólares asegurados.

La catástrofe que ocasionó mayores pérdidas económicas en 2021 fue el Huracán Ida, que azotó Estados Unidos y el Caribe entre el 26 de agosto y el 4 de septiembre. Los costes totales superaron los 75.000 millones de dólares, de los que 36.000 millones estaban asegurados. Además, provocó casi un centenar de muertes.

En Europa, las inundaciones de julio fueron el desastre más costoso, con 46.000 millones de dólares.

Otros datos que destacan en este informe son que el 2021 fue el sexto año más cálido registrado, con temperaturas terrestres y oceánicas superiores en 0,84°C a la media del siglo XX, y que el 9 de julio se registró la temperatura más alta medida de forma fiable en la Tierra: fue en el Valle de la Muerte, en California (Estados Unidos), donde el termómetro marcó 54,4°C.

"Muchas comunidades están expuestas a condiciones meteorológicas cada vez más volátiles que, en parte, se ven potenciadas por los crecientes efectos del cambio climático. Esto incluye episodios récord de temperaturas extremas, lluvias e inundaciones, sequías e incendios forestales, ciclones tropicales que se intensifican rápidamente y tormentas convectivas severas al final de la temporada", ha señalado Steve Bowen, meteorólogo y director de Catastrophe Insight en Aon, que reflexiona: "Ya no podemos construir o planificar para hacer frente al clima pasado. Con el aumento de los costes de las pérdidas por daños físicos, esto también está provocando interrupciones globales persistentes en las cadenas de suministro y en varios servicios humanitarios y otros relacionados con los activos. El camino a seguir para las organizaciones y los gobiernos debe incluir esfuerzos de sostenibilidad y mitigación para navegar y minimizar el riesgo a medida que surgen nuevas formas de volatilidad relacionadas con los desastres".

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