5 tendencias que marcarán a las empresas en su camino hacia la sostenibilidad

Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS) ha identificado 5 tendencias clave que van a repercutir en las empresas en relación a los criterios ESG (sociales, medioambientales y de buen gobierno):

- Abordar el cambio climático en la estrategia empresarial. Es el mayor desafío para la próxima década y ocupa el séptimo puesto en el Barómetro de Riesgos de Allianz 2020. Ya está afectando a las empresas, que están teniendo que hacer frente a cuantiosas pérdidas debido a fenómenos meteorológicos cada vez más intensos y están reduciendo las emisiones de carbono. Algunas empresas también se están enfrentando a importantes litigios ya que se están presentado demandas asociadas al cambio climático contra "grandes generadoras de carbono". Si bien, la mayoría se han interpuesto en los Estados Unidos. Muchas empresas se están comprometiendo ya a ser neutrales y se están sumando a iniciativas internacionales de descarbonización. Allianz estima que la respuesta a los retos planteados por el cambio climático podría tener un coste para las empresas en todo el mundo de hasta 2,5 billones de dólares en los próximos 10 años. Sin embargo, también puede ofrecer nuevas oportunidades de negocio, como métodos de producción de energía renovable o la producción de baterías, entre otras.

- Garantizar el acceso al agua potable. Para 2050, se espera que la población mundial alcance los 9.700 millones de habitantes, a la vez que se prevé que la demanda mundial de agua aumente entre un 20 y un 30% debido principalmente a la demanda en los sectores industrial y doméstico. Actualmente, más de 2.000 millones de personas viven en zonas de alto estrés hídrico y casi la mitad de la población mundial –en torno a 4.000 millones– experimenta una grave escasez de agua durante al menos un mes al año. El objetivo es que las empresas protejan más los recursos hídricos, eviten la contaminación y reduzcan su consumo mediante prácticas modernas de gestión del agua. Este cambio de filosofía en torno a los modelos de suministro de agua existentes puede beneficiar a las comunidades locales y aliviar el estrés hídrico en ciertas áreas.

- Proteger la biodiversidad y los recursos finitos. Las empresas deben adoptar prácticas de consumo sostenible para frenar la futura pérdida de biodiversidad. Como respuesta, hay cada vez más empresas que adoptan las llamadas estrategias de la economía circular con el objetivo de no permitir que los productos se conviertan en desperdicio después de su uso. En su lugar, se vuelven a introducir en el ciclo de producción como materias primas secundarias. Muchas empresas de bienes de consumo están lanzando programas de recuperación y reciclaje o reprocesando materiales usados.

- Prevenir las violaciones de los derechos humanos en las cadenas de suministro. Se estima que alrededor de 40 millones de personas se encuentran atrapadas en la considerada esclavitud moderna en todo el mundo. Las grandes empresas que no adopten las medidas oportunas para erradicar la explotación de seres humanos de sus cadenas de suministro podrían enfrentarse a demandas y a riesgos para su reputación.

- Diligencia empresarial. Las empresas y sus directivos se encuentran bajo una creciente presión para mantener una buena gobernanza corporativa ya que cada vez son más los inversores que, al evaluar una empresa, se fijan en los estándares en materia de ESG. Disponer de estructuras institucionales inclusivas para el diálogo y la cooperación entre múltiples interesados resulta esencial a la hora de garantizar unas buenas prácticas en materia de gobernanza y cumplimiento normativo. La buena gobernanza se refiere a los sistemas que permiten y garantizan la rendición de cuentas, la transparencia, la legitimidad, la participación pública, la justicia y la eficiencia.